Trump pide a Rusia que "controle" a Bashar al Asad e Irán
El presidente estadounidense, Donald Trump, ha pedido este miércoles a Rusia refrenar al presidente sirio, Bashar al Asad, y su aliado Irán, al tiempo que Washington y Moscú buscan impulsar su frágil relación con una reunión de alto nivel en la Casa Blanca.
El presidente estadounidense, Donald Trump, ha pedido este miércoles a Rusia refrenar al presidente sirio, Bashar al Asad, y su aliado Irán, al tiempo que Washington y Moscú buscan impulsar su frágil relación con una reunión de alto nivel en la Casa Blanca.
Sergey Lavrov, el funcionario de mayor nivel en visitar Washington desde que Trump ha llegado al poder en enero, ha obtenido una poco habitual invitación al Despacho Oval de la mansión presidencial para un encuentro cara a cara con el líder estadounidense.
Pero la reunión y una inmediatamente anterior con el secretario de Estado, Rex Tillerson, se ha visto ensombrecida por la tormenta política desatada por la decisión de Trump de despedir al director del FBI, James Comey, quien estaba a cargo de una investigación sobre si asistentes de campaña de Trump se aliaron con Rusia para influir en las elecciones.
«Tuvimos una muy, muy buena reunión», ha dicho Trump poco después de verse con Lavrov. «Vamos a detener los asesinatos y las muertes» en Siria, ha añadido. Pero igualmente le ha dicho al titular de la diplomacia rusa que Moscú debe «refrenar al régimen de Asad, a Irán y los aliados de Irán», según indica la Casa Blanca en una nota.
«Tenemos el mutuo entendimiento de que, como actores activos en el proceso diplomático en Siria, vamos a entablar estos contactos juntos y con otros países clave, especialmente aquellos en la región», ha dicho.
Críticos de Trump han puesto el grito en el cielo por la invitación a la Casa Blanca a Lavrov, cuyo Gobierno es acusado por las agencias de inteligencia estadounidenses de interferir en las elecciones de noviembre, en beneficio del líder republicano.
Supuesta injerencia rusa
Por otro lado, en cuanto a la supuesta injerencia rusa en las recientes elecciones de Estados Unidos, el mismo Lavrov, que había visitado Washington por última vez en agosto de 2013, ha calificado todos los alegatos de intromisión electoral como un «invento» y ha preferido concentrarse en el contenido de las reuniones.
«El presidente Trump claramente confirmó su interés en construir relaciones mutuamente beneficiosas y pragmáticas» con Rusia, ha dicho a los periodistas.
Paralelamente, en Moscú, el presidente Vladimir Putin se ha reunido este miércoles con su consejo de seguridad para discutir sobre las relaciones con Estados Unidos, ha dicho el portavoz del Kremlin a la agencia de noticias RIA Novosti.
Las relaciones entre estos viejos enemigos de la Guerra Fría se deterioraron bajo el Gobierno de Barack Obama, tras la anexión de Crimea por parte de Rusia en 2014 y su firme apoyo al presidente sirio. Ni Washington, que apoya a la oposición siria, ni Moscú, que apoya al régimen de Damasco, han logrado encontrar una solución al conflicto sirio, que desde marzo de 2011 ha dejado más de 320.000 muertos y desplazado a millones de refugiados.
Bajo el Gobierno de Trump, Estados Unidos se ha retirado gradualmente del proceso diplomático, dejando a Rusia el liderazgo. Estados Unidos no ha tomado partido en el acuerdo logrado por Rusia e Irán, que apoyan al Gobierno sirio, y por Turquía, que respalda a los rebeldes, firmado el pasado jueves en la capital kazaja de Astaná para establecer zonas de seguridad en Siria.