Trump: "Si los inmigrantes ilegales no están contentos con las condiciones en los centros de detención, que no vengan"
Un informe muestra cómo miles de inmigrantes viven hacinados en celdas sin agua corriente, sin medicinas y con restricciones para ducharse
El Departamento de Seguridad Nacional (DHS) advertía el martes del «peligroso hacinamiento» en los centros de detención de migrantes irregulares tras la publicación de un informe, que incluye también imágenes tomadas en varios centros de detención de Texas y que muestran a decenas de migrantes, entre ellos niños pequeños, amontonados en celdas. Campamentos que albergan miles de personas en pequeñas habitaciones sin agua corriente, sin medicinas y con restricciones para ducharse hasta durante más de dos semanas. Además, así también lo denunciaba un grupo de congresistas demócratas que visitaba el lunes dos de estos albergues.
Donald Trump[contexto id=»381723″] no ha tardado en responder a estas informaciones rechazando cualquier atisbo de condición precaria y recordando que éstos siempre pueden optar por no ir al país. «Si los inmigrantes ilegales no están contentos con las condiciones en los centros de detención construidos o reacondicionados rápidamente, díganles que no vengan. ¡Problema resuelto!», ha tuiteado.
If Illegal Immigrants are unhappy with the conditions in the quickly built or refitted detentions centers, just tell them not to come. All problems solved!
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) 3 de julio de 2019
De esta forma, la inspectora general interina del DHS, Jennifer Costello, urgió al departamento, encargado de la seguridad en la frontera, a «tomar medidas inmediatas para aliviar el hacinamiento peligroso y la detención prolongada de niños y adultos en el Valle del Río Grande (Bravo)». En este sentido, Costello dijo que el gerente de un centro de detención describió la situación como una «bomba de tiempo» y expresó sus preocupaciones por la seguridad del personal de la agencia y de los detenidos.
Así, el informe muestra como los niños en tres de las cinco instalaciones de la Patrulla Fronteriza no tenían acceso a duchas y carecían de ropa de repuesto, mientras que dos instalaciones no les habían proporcionado comidas calientes, solo sándwiches fríos. Además, la mayoría de los adultos no se habían duchado en un mes y recibían toallitas húmedas. Algunos detenidos sufrían de estreñimiento después de una dieta a base de sándwiches de bologna, una variedad de emparedado barata y típica de Estados Unidos y Canadá.
