Un estudio prueba que el virus del resfriado ofrece protección temporal contra el coronavirus
Un estudio sobre el coronavirus difundido este martes revela, entre otras cosas, que «el virus del resfriado común puede ofrecer protección transitoria contra la COVID-19», según ha explicado el argentino Pablo Murcia, virólogo en la Universidad de Glasgow (Escocia), en una entrevista con Efe.
Por qué es importante: esto implica que cuando hay mucha incidencia de resfriado, puede haber menos casos de coronavirus. Entre marzo y septiembre hay muchos casos de resfriado, por lo que en esa época habría menos pacientes COVID en los hospitales. Así, se puede prever, por ejemplo, cuántas camas serán necesarias. Además, esta respuesta inmune puede desencadenar en el desarrollo de nuevos tratamientos contra la COVID-19.
La investigación del virólogo y su equipo con células en el laboratorio, publicada en la revista estadounidense Journal of Infectious Diseases, demuestra que una infección con rinovirus -responsable del resfriado- genera «una respuesta innata» en el ser humano que parece bloquear la progresión del SARS-CoV-2.
Esto significa por una parte que cuando una persona tiene el virus del resfriado, quedaría protegida frente a la COVID-19[contexto id=»460724″], aunque solo durante unos días. Por otra parte, Murcia y su equipo también han establecido, gracias a modelos matemáticos elaborados junto con el Imperial College de Londres, que «cuando haya una alta prevalencia de rinovirus en el ambiente, los casos nuevos de coronavirus van a bajar», un dato que de cara al futuro puede ser importante para gestionar la pandemia.
A finales de 2019, Murcia publicó un estudio que demostró que el virus del resfriado «interacciona negativamente con el de la gripe» -es decir, que cuando hay alta prevalencia en la población de rinovirus hay baja circulación de influenza, y viceversa-. En el contexto de la pandemia, esto le llevó a pensar que podía haber una correlación también entre el rinovirus y el actual coronavirus.
El reto para estudiar la interacción entre los virus es que el rinovirus no se diagnostica por test, así que es más difícil medir su prevalencia y, además, las restricciones para contener la COVID-19 han reducido su incidencia y la de otros patógenos.
«Lo que hicimos fue evaluar si hay interacciones entre el rinovirus y el SARS-CoV-2, usando un modelo de cultivo celular muy sofisticado» en el laboratorio que replica bien «la estructura y función del aparato respiratorio humano», ha explicado. «Observamos que cuando infectas (las células) con los dos virus a la vez, el rinovirus se replica perfectamente bien y, en cambio, el SARS-CoV-2 no puede reproducirse, no puede transmitirse de célula a célula», ha señalado.
Murcia y su equipo creen que el rinovirus provoca una respuesta innata en la célula que, aunque a este no le afecta «porque ha evolucionado para contrarrestarla», impide que el SARS-CoV-2 se replique. Esa respuesta inmune «está mediada por el interferón, una molécula que tiene un efecto antiviral fuerte» y se usa en algunos fármacos.
El virólogo ha señalado que si a través de la genómica se identifican los genes que activa el rinovirus, se pueden tratar de ver «los efectos de esos genes individualmente contra el virus de la COVID-19», y si se detectan genes antivirales, podría llevar eventualmente a desarrollar nuevos tratamientos.
Este efecto, probado en el laboratorio, que tiene el virus del resfriado de contrarrestar al coronavirus podría explicar en parte por qué los niños, que padecen más rinovirus que los adultos, no se han contagiado tanto de COVID-19 en esta pandemia, según ha señalado el experto.