El Gobierno de la isla de Mauricio, famosa por sus playas paradisíacas, ha declarado el «estado de emergencia medioambiental» y ha pedido asistencia a Francia por un vertido de petróleo que se extiende en sus aguas después de que un barco de propiedad japonesa y bandera panameña encallara.
Lo más importante: el vertido se produjo después de que el buque «MV Wakashio», que es de propiedad japonesa pero navega bajo bandera panameña, embarrancase en el sureste de la isla el pasado 25 de julio. Se estima que el barco, que navegaba desde China con rumbo a Brasil, transportaba unas 200 toneladas de diésel y 3.800 de petróleo.
«Se ha declarado el estado de emergencia medioambiental», anunció a última hora del pasado viernes el primer ministro de Mauricio, Pravind Jugnauth, a través de su cuenta de Twitter.
Unas horas antes, el líder mauriciano había lanzado un mensaje al presidente de Francia, Emmanuel Macron, solicitando ayuda porque, en palabras de Jugnauth, el país africano «no tiene ni las competencias ni la experiencia (necesaria) para desencallar navíos varados» y el naufragio representa un «peligro» para esta isla, vecina del territorio galo de La Reunión.
https://twitter.com/PKJugnauth/status/1291780830805790721?s=20
En las imágenes aéreas compartidas por el Gobierno se puede apreciar una «marea negra» extendiéndose sobre las cristalinas aguas de Mauricio, en dirección a las playas. Esta semana, el Gobierno de Mauricio confirmó que la nave tenía fugas y que se estaba produciendo un vertido en las aguas de la isla, con grave riesgo para sus arrecifes, playas y albuferas.