Una enfermera afroamericana de cuidados intensivos de un hospital del barrio de Queens, Sandra Lindsay, ha sido la primera neoyorquina inoculada con la vacuna contra el coronavirus[contexto id=»460724″] desarrollada por la farmacéutica Pfizer y que fue aprobada por la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, en inglés) de Estados Unidos, el pasado viernes.
Lo más importante: sentada en una silla, junto a la doctora que le inoculó la dosis, también afroamericana, Lindsay ha querido dar las gracias a todos ha inoculado trabajadores de primera línea del mundo que como ella han luchado y siguen luchando contra la enfermedad, que en Nueva York ha causado más de 35.000 muertes, sobre todo durante la primera ola de la pandemia en la pasada primavera.
En una conexión en directo a través de video, en la que ha participado el gobernador del estado, Andrew Cuomo, Lindsay, que trabaja en el hospital Jewish Medical Center, en Queens, uno de los barrios más golpeados por la pandemia en el país, ha recibido la vacuna a las 9.23 hora local (14.23 GMT).
Watch LIVE as the first person in New York gets vaccinated: https://t.co/a3p8QOtK6w
— Archive: Governor Andrew Cuomo (@NYGovCuomo) December 14, 2020
«Espero que esto marque el principio del final de un tiempo muy doloroso en nuestra historia», ha dicho esta enfermera afroamericana tras recibir la dosis de la vacuna. «Quiero inculcar la confianza en el público de que la vacuna es segura», ha dicho la enfermera, que ha insistido en que ella cree en la ciencia y en que su trabajo «está guiado por la ciencia». «Creo que esta es el arma que acabará la guerra. Es el comienzo del último capítulo del libro«, ha dicho Cuomo momentos antes de que Lindsay recibiera la vacuna.
Cuomo, que ha agradecido el trabajo de los profesionales de la salud y de los trabajadores de primera línea, a los que no ha dudado en denominar «héroes», ha insistido en su deseo de distribuir la vacuna lo más rápido posible.