Varios policías muertos y heridos tras ser tiroteados en Baton Rouge, la capital de Louisiana
El atacante ha sido identificado como un ex marine de Kansas City llamado Gavin Long. Se desconocen sus motivos, que según la policía ha sido abatido. Tras el suceso la policía buscó a dos personas que podrían haberse dado a la fuga. Sin embargo, a última hora de la tarde el jefe de policía de Louisiana, Mike Edmonson, aseguró que «no hay otro tirador en la región de Baton Rouge». Estos acontecimientos se dan en medio de un clima de alta tensión después de que, hace una semana y en esa misma ciudad, la policía matara a bocajarro a Arlon Sterling, un afroamericano con historial delictivo que se dedicaba a la venta de CDs en la vía pública. Su muerte se produjo tras la alerta de que un hombre estaba amenazando con una pistola a una persona en la calle. Los agentes inmovilizaron a Sterling en el suelo y, ante el temor de que éste tuviera un arma, le dispararon seis veces a una distancia inferior a un metro. El pasado 8 de julio, durante una de las jornadas de protesta contra la violencia policial, cinco policías que vigilaban la manifestación en Dallas (Texas) murieron tiroteados por un francotirador negro.
Tres policías han fallecido y otros siete agentes han resultado heridos de diversa consideración en un tiroteo en Baton Rouge, la capital del estado de Louisiana. Algunos heridos están en estado crítico, según han informado fuentes policiales. Según asegura la CNN, la policía recibió una llamada que informaba de «una persona que iba caminando por la autopista Airline con un rifle de asalto». Cuando los agentes llegaron, el hombre abrió fuego.
El atacante ha sido identificado como un ex marine de Kansas City llamado Gavin Long. Se desconocen sus motivos, que según la policía ha sido abatido. Tras el suceso la policía buscó a dos personas que podrían haberse dado a la fuga. Sin embargo, a última hora de la tarde el jefe de policía de Louisiana, Mike Edmonson, aseguró que «no hay otro tirador en la región de Baton Rouge». Estos acontecimientos se dan en medio de un clima de alta tensión después de que, hace una semana y en esa misma ciudad, la policía matara a bocajarro a Arlon Sterling, un afroamericano con historial delictivo que se dedicaba a la venta de CDs en la vía pública. Su muerte se produjo tras la alerta de que un hombre estaba amenazando con una pistola a una persona en la calle. Los agentes inmovilizaron a Sterling en el suelo y, ante el temor de que éste tuviera un arma, le dispararon seis veces a una distancia inferior a un metro. El pasado 8 de julio, durante una de las jornadas de protesta contra la violencia policial, cinco policías que vigilaban la manifestación en Dallas (Texas) murieron tiroteados por un francotirador negro.