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El Vaticano ocultó la pederastia del fundador de los Legionarios de Cristo durante más de 60 años

El Vaticano poseía desde 1943 documentos sobre la pederastia del fundador de los Legionarios de Cristo, Marcial Maciel. Así lo ha reconocido el prefecto de la Congregación para los Institutos de Vida Consagrada, el cardenal João Braz de Aviz, que en una entrevista a la revista católica Vida Nueva, ha asegurado que «quien lo tapó era una mafia, ellos no eran Iglesia».

El Vaticano ocultó la pederastia del fundador de los Legionarios de Cristo durante más de 60 años

El Vaticano poseía desde 1943 documentos sobre la pederastia del fundador de los Legionarios de Cristo, Marcial Maciel. Así lo ha reconocido el prefecto de la Congregación para los Institutos de Vida Consagrada, el cardenal João Braz de Aviz, que en una entrevista a la revista católica Vida Nueva, ha asegurado que «quien lo tapó era una mafia, ellos no eran Iglesia».

«Tengo la impresión de que las denuncias de abusos crecerán, porque solo estamos en el inicio. Llevamos 70 años encubriendo, y esto ha sido un tremendo error», aseguró Braz hace apenas un mes en Madrid, donde acudió para clausurar la asamblea general de la Confederación Española de Religiosos (Confer).

Los Legionarios de Cristo han reaparecido tras doce años de expiación y una década después de la muerte de su fundador, el sacerdote Marcial Maciel, amigo de varios papas y considerado el mayor depredador sexual en la historia reciente de la Iglesia.

Marcial Maciel Degollado (Cotija, Estado de Michoacán. México, 1920-2008) llegó a España a finales de los años 40 del siglo pasado para extender su fundación, protegido por el entonces ministro de Asuntos Exteriores del dictador Francisco Franco, el democristiano Alberto Martín Artajo.

A mediados de los 50, el Vaticano inició una investigación contra él pero acabó cerrándose sin castigo alguno en 1959 por sus amistades en las altas esferas. Tampoco actuó en el 99 el papa Ratzinger a pesar de que la Inquisición documentó sus abusos. Maciel también contó con el beneplácito de Juan Pablo II, quien le presentó como apóstol de la juventud.

En 2005, el papa Benedicto XVI le ofreció un retiro en México para lo que le quedaba de vida con el fin de dedicarse a la «oración y a la penitencia». Sin embargo, Maciel falleció dos años más tarde y sin un ápice de arrepentimiento.

Sí le desacreditó públicamente el papa Francisco. “Era una persona muy enferma. Además de todos los abusos creo que también había dos o tres mujeres de por medio e hijos con ellas. Sé que había ahí y mucha plata”, apuntó el pontífice hace dos años.

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