A falta de una semana de que expire el plazo para que el Govern de Cataluña ejecute, como le han ordenado los tribunales, la sentencia que obliga a que las escuelas catalanas impartan al menos el 25% de sus clases en español, el líder de Ciudadanos en Cataluña, Carlos Carrizosa, denuncia que el presidente, Pere Aragonés, prepara una estrategia para perpetrar un «desacato» encubierto y advierte que denunciará ante la Justicia cualquier intento de burlar la Ley.
Carrizosa desmiente cualquier visión idílica sobre una Cataluña pacificada y señala que «el procés no ha muerto», sino que ha mutado y que el independentismo no quiere ir a la cárcel, por lo que procurarán no volver a vulnerar la ley de forma flagrante. Su estrategia ahora -según denuncia Carrizosa- pasa por aplicar un «acoso ideológico» permanente, para expulsar de forma encubierta todo aquello suene a español. La «hispanofobia» que impone el independentismo en Cataluña empieza por la lengua castellana y el acoso a todos aquellos que pretendan usarla con normalidad.