The Objective

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En una exclusiva de The Objective, se ha conseguido por fin localizar el paradero de las joyas robadas del emperador Napoleón, sustraídas del Louvre en un audaz golpe perpetrado por una banda de ladrones perfectamente sincronizados, que aprovecharon las obras en el ala del museo donde se encontraba la fastuosa colección de pedruscos para, en un abrir y cerrar de ojos, introducirse en la sala, reventar las vitrinas y huir a toda velocidad con su brillante botín en las motos que los esperaban fuera.

Finalmente, tras una investigación exhaustiva y contrarreloj de nuestro corresponsal en el Atlántico Sur, Mariano Alias García —puesto al que fue destinado tras dos crónicas fallidas que resultaron ser bulos—, nuestro intrépido reportero ha detectado la valiosa colección en el remoto y aislado paradero de un perdido islote penitenciario (sí, he dicho aislado islote), recientemente recuperado por el presidente Macron para alojar a presos que, por su cargo, son dignos del mismo. Se rumorea que Emmanuel piensa mandar también allí a su querida esposa Brigitte, si es que finalmente consigue (la Justicia, no él) demostrar que es un hombre.

Nos referimos, cómo no, al islote de Santa Elena, donde antaño ya se alojase Napoleón. Dispone de mansión presidencial y esta, en estos momentos, se encuentra ya ocupada por el expresidente de la República, Nicolás Sarkozy, a quien se investiga de nuevo, no ya por el asunto libio, sino por ser el autor intelectual que, al parecer, organizó el golpe maestro al Louvre con la romántica intención de donar dichas joyas a su adorada Carla, a quien —al parecer— se refiere, y esta ha sido la clave que ha dado solución al caso, como “mi emperatriz”, nos hace saber nuestro enviado Mariano.

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