The Objective

La viñeta sobre... la 'cerdanada' de Acciona

Como imagino que a estas alturas nuestro director comercial ha descartado por completo la posibilidad de que Acciona se anuncie en nuestras páginas a lo largo de los próximos diez lustros, así que voy a soltar la mano y decir lo que creo pensamos casi todos los pringados que jugamos a diario contra unos gánsteres que juegan con las cartas marcadas. Voy a cargar las tintas aunque el Objective no use rotativa.

Parece mentira que una compañía tan limpia juegue tan sucio… ¡menuda cerdada! Perdón, cerdanada digo. Los chicos de los Entrecanales se han revolcado en la misma pocilga con el puerco Santos al que Sánchez dice ahora convenientemente desconocer.

Tantos años vendiéndonos a todos la cosa renovable, la vanguardia contra el cambio climático, la lucha contra el apocaípsis que tan rentable les ha resultado, subvención a subvención. Ese sueño de los aires limpios, la modernidad y el paraíso verde de la felicidad eléctrica y resulta que esta buena gente se podría haber dedicado a generar biometano de su propia corrupción, de su propia mierda.

Tengo el muro del nuevo Campus de Acciona pegado a mi casa, vivo lindando con ellos, y de repente, siento que vivo junto a un estercolero. Una vez más es la vieja historia de la gran empresa que anda conchabada con los politicastros de turno para llevarse las adjudicaciones en vez de concursar limpiamente. Limpiamente como ese nirvana ecológico que nos meten a cucharadas. Vienen de ser una gran constructora, y visten con mejores trajes, pero me recuerdan mucho a don Jesús Gil y Gil, que en paz descanse. Él al menos él iba de frente y a pecho descubierto, colgante de oro incluido, con su chorizada vital.

Parece que detrás de todo gran hombre siempre tiene que haber un gran maletín.