Albert Pla es un tipo peculiar, ya me lo habían advertido. Habla casi susurrando y se desplaza de forma sigilosa. Le gustan los chicles de menta y odia afeitarse y peinarse todas las mañanas.
Asegura que no es muy tolerante a las preguntas. «Me incomodan las preguntas, de hecho podría vivir sin que nadie me preguntase nada. Es que cambio de idea cada cinco minutos…».
–«Bien comenzamos», pienso–.
Pero claro, Pla está de promoción de su nuevo espectáculo, ‘Miedo’, y tiene que conceder entrevistas y, muy a su pesar, responder preguntas, obvio, para eso se supone que atiende a los periodistas que luego vamos a hablar de su espectáculo. Un espectáculo que ya comenzó en 2018, pero para el cual, según el propio artista, aún no ha empezado la promoción «en serio». Y es que dice que para cuando empiece la promoción «en serio» me dirá a qué tiene miedo. ¡Vaya disgusto!
Mientras tanto, de lo que sí me habla son de sus preocupaciones. ¿Y qué le preocupa a Albert Pla?, os preguntaréis. Pues no, no es la corrupción, ni el paro, ni la independencia de Cataluña, como a la mayoría de esos 40 millones de «idiotas» que formamos España; es tener que afeitarse todos los días con algo tan «analógico» como una cuchilla de afeitar. «¿Cómo puede ser que yo me tenga que afeitar cada día con algo tan analógico como una cuchilla de afeitar? Me parece muy pasado de moda». También le parece pasado de moda tener que peinarse todos los días. Eso también le preocupa. «Ojalá apretásemos un botón y listo», confiesa.
Cantante, intérprete, payaso, poeta y actor, el autor del polémico libro ‘España de mierda’ también dice que quiere ser «astronauta, marinero, piloto, mecánico…»; pero igual para todo eso ya le va a faltar otra vida, y complicado lo tiene, porque Pla ni cree en el más allá, según me cuenta escuetamente, ni en los fantasmas.
Así que mientras llega o no a ser astronauta o piloto o marinero, lo que no hay duda es que, ante todo, el de Sabadell, el tercero de cuatro hermanos que comenzó a trabajar a los 15 años en una fábrica de aluminio, es un narrador de historias. Como las que nos propone en esta ocasión en ‘Miedo’, «un viaje íntimo y muy personal, desde la infancia hasta más allá de la sepultura», por las sensaciones, las emociones y los sentimientos que nos produce ese fantasma que vive en nuestra mente alimentado por nuestros pensamientos: el miedo.
«En el escenario, se hace un repaso, en tono irónico, de los miedos de siempre, a los miedos íntimos que pueda tener cualquier persona. Rehuimos de los temores sociales», nos cuenta el artista, que nos cita en el Hotel Paseo del Arte, apenas a cinco minutos de la estación de Atocha de Madrid.
El catalán recorrerá con este nuevo número toda España. Una función en la que abunda la música y las canciones, los textos teatrales y las tecnologías vanguardistas para crear un espectáculo multimedia de poética sorprendente.
Palma de Mallorca (2 de febrero), Sevilla (6 de febrero) y A Coruña (16 de febrero) serán la próximas ciudades que lo verán actuar. Soria también está previsto en su agenda. O estaba. Porque el PP está intentado vetar al artista de la campaña cultural de primavera. En este sentido, la concejal popular María José Fuentes ha señalado a través de un comunicado que su formación está en absoluto desacuerdo con la contratación de Pla, a quien ha calificado de «pseudo-artista que proclama que siempre le ha dado asco ser español y que le gustaría que en Gijón se estudiase el catalán por cojones, al igual que les pasa a ellos con el castellano».
–Te preocupa tener que afeitarte o peinarte todos los días, pero, ¿y los políticos, no te dan miedo, ni te preocupan? –le pregunto–.
– Me daría mas miedo ser político que el miedo que le tengo a los propios políticos. Me dan penilla. No les cambio la vida.
–¿Te presentarías en las listas de algún partido político?
–En las de Vox, claramente. Yo, mujer catalana, lesbiana, que me acabo de divorciar porque quería abortar y no me dejaban, que no creo en Dios, que no me gustan los toros, que no me gusta el flamenco… Sería mi partido. Seguro que me dejan quedarme en España…
Y es que Pla, que asegura que nunca ha votado a ningún partido político, piensa que «la gente no necesita ningún Gobierno». El problema, según el catalán, es que «si tienes educados a 40 millones de idiotas para que acepten a un dictador, lo aceptarán. De igual forma, se ha educado a 40 millones de idiotas para que piensen que necesitan un presidente del Gobierno».
Y con esta reflexión, pasamos de hablar de cuchillas de afeitar y de política a hablar de amor: «Llevo 400 canciones hablando del amor y todavía no he sacado conclusiones. El amor es una palabra que no existe, es un collage de conclusiones, no es un ente que funcione por sí solo. Como mucho sería una palabra como Roma pero con las letras puestas diferentes. No es una palabra que se pueda definir».
«¡Qué entrevista y qué tipo más raro…!» –pienso mientras me despido de Pla, que se pone a pintar y colorear una cartulina en la que se puede leer: «Controles de drogas y alcoholemia en el Congreso».