Tuvimos la suerte de coincidir con Leandro Erlich en una de sus múltiples escalas en el continente europeo. El artista, argentino de nacionalidad, hace mucho que se transporta con sus obras por las principales ciudades del mundo. Observador, reflexivo y testigo cotidiano, ha llevado sus instalaciones a las más prestigiosas instituciones culturales, como al Central Academy of Fine Arts Museum de Beijing, al Museum of Contemporary Art en Kinare, el Mori Art Museum de Tokyo o el MALBA de Buenos Aires. Hace poco en el contexto de la Miami art Week, pudimos ver el balneario de Miami Beach intervenido por su obra The Order of Importance, donde reflexionaba sobre el cambio climático, a partir de un «tráfico» de automóviles cubiertos de arena. Sus intervenciones en espacios públicos han creado algunas de las imágenes más icónicas del arte contemporáneo. Su famosa «piscina», sus «nubes suspendidas» o edificios intervenidos, han hecho del trompe l’oeil, más que una técnica óptica, una oportunidad de reflexión e interacción con el público. Sobre percepciones, ilusiones y conceptualidad en estos tiempos convulsos, va esta conversación.