The Objective

Análisis económico: El BBVA se topa con Sánchez

La opa del BBVA sobre el Sabadell quedó herida de muerte el día en que el Gobierno anunció que no permitiría que las entidades se fusionaran. En el sector financiero, el éxito de estas operaciones depende en gran medida de los ahorros que se obtienen con el cierre de las oficinas redundantes, la reducción de los servicios centrales y la integración de los sistemas informáticos. El objetivo del banco comprador es gestionar con la misma estructura de costes un volumen de negocio mayor, como habría sucedido en el caso del BBVA y el Sabadell, cuya unión habría elevado la rentabilidad, habría mejorado la capacidad de concesión de crédito y habría diversificado el riesgo.
Todo ello suscita dos preguntas.
La primera es por qué se opuso el Gobierno, y aquí la respuesta es obvia. Carles Puigdemont consideraba la opa «un intento de acabar con el sistema bancario catalán» y así se lo hizo saber a Pedro Sánchez.
Más difícil de entender es por qué ha insistido Carlos Torres, el presidente del BBVA, en seguir adelante a sabiendas de que no habría integración plena.
Es verdad que contaba con el respaldo de todos los organismos independientes que, uno tras otro, fueron dando su plácet a la operación: el Banco de España, el Banco Central Europeo, la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia, la Comisión Europea y la Comisión Nacional del Mercado de Valores.
Quizás pensó Torres que el Gobierno cedería ante semejante presión, pero nadie ha perdido nunca dinero apostando a que Sánchez ignorará lo que haga falta y hará lo que sea con tal de seguir en la Moncloa.