Al menos 10 personas han muerto por los desbordamientos de torrentes en la comarca del Levante de Mallorca, según el último balance del puesto de la Guardia Civil en en Sant Llorenç. Los cuerpos de seguridad todavía buscan a un niño, la última persona desaparecida, mientras que el Govern balear ha anunciado tres días de duelo y pedirá al Gobierno central la declaración de zona catastrófica. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, se ha desplazado a las localidades mallorquinas afectadas por las riadas.