Tuvo que ser en su segundo cara a cara cuando el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y su rival demócrata Joe Biden, por fin debatieron. El último encuentro electoral antes de los comicios del 3 de noviembre ha estado marcado por sus disímiles posturas sobre la gestión de la pandemia, la inmigración, el racismo y el cambio climático y la industria petrolera. Un debate cívico y organizado que ha distado mucho del espectáculo que dieron ambos candidatos a la presidencia de Estados Unidos para los próximos cuatro años en el anterior encuentro, en el que predominaron los insultos y los ataques personales.