Mañueco no imaginaba cuando convocó elecciones, el pasado 20 de diciembre, lo que iba a ocurrir este 13-F. Su jugada era clara, intentar conseguir en Castilla y León lo que Isabel Díaz Ayuso había logrado en Madrid: arrasar en las autonómicas para gobernar en solitario. Pero al barón popular el plan no le ha salido como esperaba y, a pesar de haber mejorado su anterior resultado y de ganar las elecciones, parece poco probable que consiga liderar un ejecutivo en solitario. Así, y con los resultados acontecidos este domingo, el PP, para seguir gobernando, tendrá que cambiar a su socio de ejecutivo y pasar de Ciudadanos a Vox.