Noche cerrada en Kiev, una ciudad fantasma. Son casi las 22.00 horas (una menos en España) y los eurodiputados que visitan Ucrania enfilan el camino para subir al autobús. Entre la delegación se encuentra el español Luis Garicano, que atiende amablemente a THE OBJECTIVE en unas circunstancias adversas. Unas horas antes, mientras ofrecía una conferencia de reapertura en la Escuela de Economía de Kiev, tuvo que ocultarse en un refugio antiaéreo tras un aviso de bomba. Continuó departiendo con los alumnos a través de Internet en ese lúgubre lugar.