Arcadi Espada y Juan Luis Cebrián analizan la crisis de la prensa
3 comentarios
Ciudadano_Keith
El periodismo ha sido uno de los motores de transformación de la sociedad y hoy asiste a cómo la sociedad lo transforma, no por retroalimentación sino por interacción. Pocas entidades resisten el mismo formato por mucho tiempo, salvo el sabor de la Coca-Cola y ya hace tiempo que comenzó a flirtear éste con el ‘zero’ y el ‘descafeinado’, en resumen que también se ve afectado por la sociedad a la que endulzó.
La débil conversación que han mantenido los periodistas con el acuedo tácito previo de ‘no hacerse daño’ durante ésta ha mirado, desde que se inicia, a poniente y mientras que haya luz, por débil que sea, hay esperanza. ¿De qué? No hay que ser muy despabilado para interpretar que, al final, de lo que se trata es de ganar dinero, tan sencillo como esto. Y cuanto más, mejor. Se podrá vestir de intelectualidad, de líderes, … de lo que les dé la gana, pero al final, entran en el mercado con los pollos, las zanahorias y las chanclas a competir por el bolsillo del comprador y en esa circunstancia todo vale. Lo único que queda por atar es que el mal periodismo no se puede devolver… ¡lástima!
ILR67
Muy interesante. Pero más (y diferentes puntos de vista) enriquecerían el debate. Lo que es imprescindible para el buen funcionamiento de la democracia son los balances de control. Cuando los medios dejan de cumplir esa función, pierden su razón de ser, tal y como la hemos conocido. Otros mecanismos aparecerán para responder a esa necesidad. Arrogarse la exclusividad de esa función como un derecho histórico, no es la solución. Reclamar el rescate obligatorio de «las élites» para seguir ejerciendo esa función, «porque yo lo valgo» es un recurso inviable -cuando no indecoroso y/o indolente.
El declive económico de los medios impresos es un fenómeno global, no sólo de España. Empieza mucho antes de la llegada de las RRSS (2000). Y tiene más que ver con un rechazo contumaz a la innovación y a la evolución de los equipos gestores, que con cualquier otra cosa (¿PDF? ¿De verdad? ¿¿PDF??).
Los diarios globales han perdido más del 70% de sus ingresos durante los últimos 23 años. Vein-ti-trés. O no hay solución, o hay que ser más audaces y más ágiles en su búsqueda. Pero seguro que no pasa por volver al pasado, sino por pensar en el futuro.
JoseARuizAragonMu
No se pierda este interesantísimo debate sobre el periodismo y sobre la degradación que está sufriendo, no sólo el periodismo sino occidente entero.
El periodismo ha sido uno de los motores de transformación de la sociedad y hoy asiste a cómo la sociedad lo transforma, no por retroalimentación sino por interacción. Pocas entidades resisten el mismo formato por mucho tiempo, salvo el sabor de la Coca-Cola y ya hace tiempo que comenzó a flirtear éste con el ‘zero’ y el ‘descafeinado’, en resumen que también se ve afectado por la sociedad a la que endulzó.
La débil conversación que han mantenido los periodistas con el acuedo tácito previo de ‘no hacerse daño’ durante ésta ha mirado, desde que se inicia, a poniente y mientras que haya luz, por débil que sea, hay esperanza. ¿De qué? No hay que ser muy despabilado para interpretar que, al final, de lo que se trata es de ganar dinero, tan sencillo como esto. Y cuanto más, mejor. Se podrá vestir de intelectualidad, de líderes, … de lo que les dé la gana, pero al final, entran en el mercado con los pollos, las zanahorias y las chanclas a competir por el bolsillo del comprador y en esa circunstancia todo vale. Lo único que queda por atar es que el mal periodismo no se puede devolver… ¡lástima!
Muy interesante. Pero más (y diferentes puntos de vista) enriquecerían el debate. Lo que es imprescindible para el buen funcionamiento de la democracia son los balances de control. Cuando los medios dejan de cumplir esa función, pierden su razón de ser, tal y como la hemos conocido. Otros mecanismos aparecerán para responder a esa necesidad. Arrogarse la exclusividad de esa función como un derecho histórico, no es la solución. Reclamar el rescate obligatorio de «las élites» para seguir ejerciendo esa función, «porque yo lo valgo» es un recurso inviable -cuando no indecoroso y/o indolente.
El declive económico de los medios impresos es un fenómeno global, no sólo de España. Empieza mucho antes de la llegada de las RRSS (2000). Y tiene más que ver con un rechazo contumaz a la innovación y a la evolución de los equipos gestores, que con cualquier otra cosa (¿PDF? ¿De verdad? ¿¿PDF??).
Los diarios globales han perdido más del 70% de sus ingresos durante los últimos 23 años. Vein-ti-trés. O no hay solución, o hay que ser más audaces y más ágiles en su búsqueda. Pero seguro que no pasa por volver al pasado, sino por pensar en el futuro.
No se pierda este interesantísimo debate sobre el periodismo y sobre la degradación que está sufriendo, no sólo el periodismo sino occidente entero.