The Objective

La viñeta animada sobre... la 'caja b'

Tiene uno la sensación de que, cuanto más se escarba en la ponzoña, cuanta más podredumbre sale a cucharadas soperas de las entrañas de esas manzanas podridas que cuelgan del árbol frutal de Ferraz y su injerto Monclovita, menos le importa al personal la cosa. Unos por hastío, otros por revancha. No es política, es fútbol. No hay debate, hay hinchada.

Está la gente impermeabilizada, y aunque llueva mierda, no se da por aludida, no se da por salpicada. Aunque le caiga a chorros de las solapas.

De tantas manzanas pochas que se desploman fofas de los manzanos, ya no se ve la rosaleda socialista, esa de los perfumes puros, honestos y embriagadores del proletariado impoluto, de los pobres honestos y cristalinos. Y no es que la variedad de manzana genovesa ofrezca un bocado más digesto: tiene un largo historial delictivo: conocen a fondo lo de la caja B socialista porque fue muy popular en su momento.

Está toda la cosecha podrida hasta la médula y sin embargo, las huestes saludan a Petrus I como al César Imperator que vuelve victorioso de las Galias. Sólo que este, del único sitio del que vuelve victorioso, es de la sauna hedionda de su suegro don Begoñón, con alquiler a precio de ganga del Muface incluido.

Ganará Pedrito de nuevo con su minoría absoluta, esa coalición de hienas y chacales que corroe los despojos del Estado. Las termitas se zampan a boca llena lo que queda de España, un cadáver mutilado que se va saldando a cómodos plazos.

¿Quién da más?