El 6 de noviembre de 1975 cerca de 350.000 civiles, enarbolando banderas marroquíes, retratos de su rey, Hasan II, y con el Corán en la mano, cruzaron la última frontera de la España colonial. Fue la llamada Marcha Verde. Marruecos comenzaba de esta manera la invasión de la provincia número 53 de España, el Sáhara Occidental, y obligaba a las tropas españolas a retroceder. Apenas unos días después, el 14 de noviembre de 1975, se firmaron los Acuerdos Tripartitos de Madrid, por los que España cedió el territorio a Marruecos y Mauritania, aunque continuó siendo una provincia española. El 26 de febrero de 1976 las tropas españolas salían para siempre de la zona y abandonaban a su suerte a los saharauis. Dicen que se llevaron hasta los cadáveres de los soldados ya enterrados. La Marcha Verde fue el comienzo de una invasión anunciada que persiste hasta el día de hoy. Con motivo del aniversario de la Marcha Verde, y de los Acuerdos Tripartitos de Madrid, The Objective ha hablado con la delegada de la República Árabe Democrática Saharaui (RASD) en Madrid, Jira Bulahi Bad.
Marruecos, en su afán por controlar el territorio, llevó a cabo, en los años posteriores, ataques con fósforo blanco y napalm, ambas sustancias prohibidas, por los que nunca ha sido condenado. Muchos saharauis se vieron obligados a huir hacia el país vecino, Argelia, y actualmente viven en campamentos de refugiados. Un muro erigido en los años 1980 por Rabat, de 2.700 kilómetros, que cuenta con radares y minas antipersona, les separa de los familiares que decidieron quedarse en el Sáhara Occidental. El muro separa la mayoría del territorio sahararui bajo control marroquí del 20% gestionado por los independentistas del Frente Polisario.
Alrededor de 100.000 saharauis procedentes de un mosaico de tribus nómadas que durante siglos recorrieron el Sáhara con sus dromedarios, llevan cuatro décadas en los campamentos de los alrededores de Tinduf. Los refugiados viven gracias a la ayuda internacional y del dinero enviado por sus familias exiliadas en Europa.
En 1979, Mauritania renunció a sus reivindicaciones en el Sahara Occidental y dejó a Rabat el control de casi todo el territorio. Después de haber proclamado una República Árabe Saharaui (RASD), el Frente Polisario siguió combatiendo a las tropas marroquíes hasta el alto el fuego de 1991 auspiciado por la ONU.