El temblor ha dejado al menos siete muertos y más de 700 heridos y ha provocado varias alertas de tsunami en el sur de Japón y Filipinas que ya han sido desactivadas. Ha sido el más fuerte que ha sacudido Taiwán en los últimos 25 años. El seísmo tuvo una magnitud de 7,4 grados y se originó en torno a las ocho de la mañana (hora local). Los equipos de emergencia siguen trabajando ya que decenas de personas están atrapadas bajo los escombros cerca del epicentro.