Dice Ágatha Ruiz de la Prada (Madrid, 1960) que ella se olvida de todo, pero la realidad es que recuerda perfectamente el click que la llevó con 15 años a querer dedicarse a «crear ropa feliz»; dice que se olvida de lo bueno, pero se ríe orgullosa de sus inicios en el taller de Pepe Rubio y se acuerda todavía emocionada de su primer desfile; dice que tener mala memoria le ha ayudado una barbaridad pero tiene presente cada día el optimismo que trata de imitar de su abuela y el mensaje que se dijo cuando empezó a trabajar: «Yo pensé que trabajar iba ser mi felicidad total y la verdad es que acerté». Lo recuerda con The Objective una tarde de comienzos de octubre en la sala de prensa de South Summit, la cumbre dedicada a start-ups y emprendedores más importante de España, donde ha dado varias conferencias. Puedes leer la entrevista completa aquí.