Feliz Animadversario, compañeros
En un gesto tan inusitado como inesperado —pues hay que admitir que desde este diario tenemos nuestros más y nuestros menos con la Presidencia del Gobierno—, nos ha llegado la emotiva y cálida felicitación por nuestros doce años de periodismo independiente y de una constante, aunque muchas veces desigual, lucha contra la corrupción.
Este pequeño periódico ha sido el David que, si no ha tumbado, sí le ha metido el dedo en el ojo (ojete, sí) a nuestro querido y desmadrado Goliat. Por eso hemos agradecido tanto la caballerosidad (y sí, mujerosidad, no se alteren, señorías) del gesto deportivo y fraternal que acaba de tener para con nosotros nuestro Presidente — el de todos — al felicitarnos en tan señalada fecha.
Solo nos ha chocado que, en estos tiempos de correctores de texto e inteligencia artificial para todo, dicha misiva impresa en la postal gubernamental rezase: “Feliz animadversario”.
No le damos importancia; nos quedamos con lo bueno. Sabemos que ha sido un desliz no intencionado de algún asesor somnoliento —uno de cientos— y que el palabrejo no lleva segundas. Gracias, Pedro; gracias, Félix; gracias a todos los monclovitas. Sin que sirva de precedente, nosotros también os queremos.
¡Vamos a por otros doce!
