El PSOE lleva meses ofreciendo pactos a empresarios vinculados a los casos de corrupción que afectan a miembros del partido a cambio de información que enturbie el procedimiento judicial y que permita embarrar las actuaciones de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil. La primera información de estos movimientos de la que tuvo conocimiento THE OBJECTIVE fue a finales del mes de enero. Al mes siguiente, los tanteos se extendieron a otros empresarios, que fueron sondeados por personas afines al PSOE, como el policía de cabecera de José Luis Ábalos, Rubén Eladio, según relataron testigos presenciales de los hechos.
Hasta la empresaria que confesó en este periódico haber entregado 90.000 euros en efectivo en la sede del PSOE, Carmen Pano, fue objeto de un intento de soborno por parte de un despacho próximo al PSOE, que le ofreció 50.000 euros si rectificaba en su testimonio ante el Tribunal Supremo. Es en este periodo temporal cuando se produjo la reunión con otro empresario imputado en una causa de hidrocarburos, a quien el entorno de la cúpula de Ferraz pidió información contra los mandos del Instituto Armado.