The Objective

VÍDEO | El tablero inclinado: M. Rajoy, el uno y la «raya» de Aitor Esteban

La historia ocurre primero como tragedia, y luego como farsa. Pero a veces, como plantea Slavoj Zizek, la farsa puede ser, incluso, más terrorífica.

Pedro Sánchez ha copiado la estrategia que hace once años criticó con dureza cuando la usó Mariano Rajoy frente al caso Bárcenas. Ahora, ante el escándalo que salpica a Santos Cerdán y el informe demoledor de la UCO, de mucha mayor dimensión, Sánchez se ha declarado víctima, ha pedido perdón y ha anunciado una auditoría externa. Lo mismo que hizo Rajoy en su momento para intentar salir del fango.

En 2014, el entonces líder de la oposición, no aceptaba las disculpas de Rajoy y exigía responsabilidades políticas. Hoy, ya en La Moncloa, Sánchez se aferra a la misma estrategia para calmar las aguas. La diferencia es que en aquel momento no pudo acreditarse que Mariano Rajoy estuviera al tanto de lo que hacía su tesorero, a pesar de los intentos de este por involucrarlo con aquel famoso apunte que rezaba «M. Rajoy», mientras que en este caso, cuesta creer que todo el entorno del presidente, con el que recorrió España en un Peugeot, actuara a sus espaldas.

También ha cambiado la contundencia contra la corrupción que mostraron entonces los medios de comunicación y, sobre todo, los socios de Pedro Sánchez. El presidente del PNV, Aitor Esteban, ha avisado de que «en algún sitio hay un raya». Evitando chistes fáciles, Aitor, lo que está claro es que, para tí, esa «raya» era mucho más delgada cuando gobernaba el PP que ahora que lo hace el partido del Tito Berni.