The Objective

Claves para entender el conflicto entre Israel e Irán

Claves para entender el conflicto entre Israel e Irán.

Primera. Son países enemigos. Desde la llegada de los Ayatolás al poder, Irán odia a Israel. Lo consideran como un enemigo, un cáncer, un país que debe ser destruido. Por ello, Irán financia y está detrás de muchos grupos terroristas enemigos de Israel como la Organización para la Liberación de Palestina, Hamás, la Yihad Islámica, Hezbollá, los hutíes de Yemen.

Segunda. Ante este ambiente hostil en la zona, Israel destina un 15% de PIB a Defensa: tanto armamento como sistemas de defensa y servicios de inteligencia, con el Mossad a la cabeza, una de las agencias de espionaje más avanzadas del mundo.

Tercera. El tablero no se reduce a estos dos países. El régimen iraní es de la rama chiita del islam. Naciones como Irak, Siria, Libia, Yemen o, en parte, Catar, apoyan de alguna manera a Irán. Por el contrario, hay islamistas no chiitas como Arabia Saudí, Emiratos Árabes Unidos, Bahrein, Kuwait, Omán, Jordania o Egipto que se oponen a Irán o lo ven como una amenaza.

Cuarta. A todo ellos hay que sumar la intención de los ayatolás iraníes de enriquecer uranio para poder tener la bomba atómica. Algo que, según la versión de Israel, es inminente. De ahí los continuos ciberataques de Israel, sabotajes, ataques estratégicos, asesinatos selectivos, todos contra Irán. Irán, por su parte, apoya y financia todo ataque o acción terrorista contra Israel de sus países vecinos.

Quinta. Y así llegamos a la operación ‘Rising Lion’ que Israel lleva preparando meses. Se inició en la madrugada del jueves 12 de junio con ataques sorpresa sobre infraestructuras nucleares y defensas aéreas de Irán. Objetivo: paralizar su programa de enriquecimiento de uranio y minar sus defensas.

Sexta. Al día siguiente, Israel elimina a cinco científicos nucleares y a altos mandos del ejército. Destruye también radares y lanzadores de misiles iraníes.

Séptima. Irán responde disparando cientos de misiles en coordinación con los hutíes de Yemen. Algunos traspasan la cúpula de hierro de Israel. 24 muertos. Cientos de heridos. Al día siguiente, nuevo ataque de Irán en Tel Aviv y Haifa. Más muertos, niños incluidos. Israel responde atacando más enclaves estratégicos y un reactor de agua pesada.

Irán vuelve a atacar con misiles con decenas de heridos. Israel destruye lanzadores y comandos mediante drones del Mossad. Irán ataca un hospital causando graves daños estructurales y unos 65 heridos.

Octava. El balance es duro: se calcula una treintena de fallecidos en Israel y más de 200 en el lado iraní.

Y novena. Israel quiere atacar y destruir el objetivo Fordow, una de las instalaciones nucleares más secretas y estratégicas de Irán y está enterrado bajo una montaña, protegida por defensas reforzadas. Pero para ello necesita el GBU57 americano, una bomba lanzada desde bombarderos B2 y es probablemente la única arma capaz de destruir esa instalación.

Israel adolece de capacidad para penetrar tan profundo y por eso solicita esta munición a Estados Unidos.

¿Conseguirá Israel su objetivo, junto con el de Estados Unidos, de hacer un cambio de régimen en Irán sin matar al líder supremo del país, el ayatolá Alí Jamenei?

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