La reciente cobertura en directo de los encierros de San Fermín por parte de TVE, en horario infantil y con total normalidad, contrasta con la decisión de la misma cadena de vetar la participación de una vaquilla en el programa Grand Prix. La excusa oficial es la Ley de Bienestar Animal, conocida como Ley Belarra, que impide el uso de animales si se considera que sufren angustia. Una norma que, curiosamente, no parece aplicarse cuando seis toros bravos corren cada mañana por las calles de Pamplona entre centenares de personas.
