Media hora puede ser suficiente para cambiarte la vida, así fue el caso de Carla y Noa, dos gemelas de seis años que padecen la enfermedad de Piel de Mariposa. La enfermedad se llama así porque su piel es tan frágil como las alas de una mariposa y algunas acciones del día a día como andar o comer pueden ser extremadamente dolorosas.