Xi Jinping abre el congreso del Partido Comunista centrado en la economía y el socialismo
El presidente de China y secretario general del Partido Comunista, Xi Jinping, ha prometido este miércoles al inaugurar el XIX Congreso del partido que la economía del país “no cerrará sus puertas al mundo”. Además, en su discurso de apertura ha destacado la llegada de “una nueva era” para el socialismo chino.
El presidente de China y secretario general del Partido Comunista, Xi Jinping, ha prometido este miércoles al inaugurar el XIX Congreso del partido que la economía del país “no cerrará sus puertas al mundo”. Además, en su discurso de apertura ha destacado la llegada de “una nueva era” para el socialismo chino.
“La apertura nos trae progreso a nosotros mismos, mientras que el aislamiento nos hace quedar rezagados. China no cerrará sus puertas al mundo, estaremos cada vez más abiertos”, ha dicho el presidente, que ha prometido “proteger los derechos legítimos y los intereses de los inversionistas extranjeros”.
En su discurso de casi tres horas y media en el Gran Palacio del Pueblo, Xi Jinping ha presentado el informe de trabajo desde el anterior congreso de 2012. En él, ha destacado que 60 millones de personas han salido de la pobreza en estos últimos cinco años.
Por tanto, ha alabado logros como el crecimiento estable de la economía, así como el reforzamiento de las fuerzas armadas y la mayor presencia de China en el exterior. “Hemos mejorado de forma sistemática los niveles de vida de la población”, ha dicho al hablar de la nueva era del socialismo.
Respecto al futuro, el presidente ha pedido a los más de 2.200 delegados presentes en el congreso, al que ha acudido acompañado de sus dos predecesores en el cargo, que continúen el trabajo para “intensificar la reducción de la pobreza” y progresar en la transformación del país.
Xi Jinping ha hablado también de reformas económicas, una apuesta por las nuevas tecnologías o la innovación como elementos destacados para el trabajo en el futuro, así como de reformas financieras para lograr atraer capital extranjero.
El líder chino ha hecho especial mención a la corrupción, asegurando que tendrá “tolerancia cero” con las actividades de este tipo, que ya han supuesto sanciones contra 1,4 millones de funcionarios desde que Xi Jinping llegó al poder.
Finalmente ha explicado que el objetivo final es hacer de China “un gran país socialista y moderno” para mediados de este siglo.