Xi Jinping visita por primera vez un hospital que atiende a enfermos de coronavirus
A pesar de que la situación sigue siendo «muy grave», millones de chinos vuelven a sus puestos de trabajo preocupados por el contagio del virus
El presidente de China, Xi Jinping, ha visitado este lunes, por primera vez, uno de los hospitales de Pekín en los que se está atendiendo a los enfermos de coronavirus[contexto id=»460724″]. El dirigente, que no había comparecido ante los medios desde que se comenzó la epidemia, ha saludado a los trabajadores del hospital Beijing Ditag y ha hablado por videoconferencia con los médicos que están tratando a los afectados de Wuhan, ciudad en la que se desarrolló el virus, según informan varios medios.
«Tenemos que confiar en que conseguiremos ganar la batalla», ha dicho Jinping cuando la cifra de muertos a ha alcanzado los 900. Además, ha pedido que se tomen «medidas más firmes y resolutivas» para evitar más transmisiones y ha afirmado que «la situación sigue siendo muy grave».
El dirigente ha aprovechado su aparición ante los medios (con mascarilla) para asegurar que no se realizarán despidos a gran escala y que el país se esforzará por cumplir los objetivos económicos y sociales este año, para que así las consecuencias de esta enfermedad sean las menos posibles.
Por otro lado, hoy millones de personas en China volvían a sus puestos de trabajo preocupadas por el contagio, ya que el número de infectados ya llega a los 40.000. Por ello, los negocios y servicios dirigidos al público han tomado medidas para frenar los contagios: tomar la temperatura al cliente y el lavado de manos con desinfectantes. Y el Gobierno ha propuesto que en las oficinas se mantenga una distancia mínima de un metro entre compañeros.
Ante tales circunstancias, el teletrabajo se ha convertido en una alternativa para evitar nuevos casos de infección. Por ejemplo, la semana pasada más de 200 millones de personas cubrieron su puesto desde casa y, además, el 60% de las empresas chinas está planteándose incorporar este nuevo sistema.
Por tanto, la afluencia de personas en lugares públicos es mucho menor. Hoy, en el metro de Pekín el número de usuarios ha sido un 50% inferior al de la media de un día habitual de trabajo. Estos días también se han visto prácticamente desérticos centros comerciales, restaurantes, centros de ocio…