Una revuelta carcelaria en una cárcel brasileña deja 60 muertos
Por su parte, el secretario de Seguridad Pública, Sergio Fontes, apuntó a enfrentamientos entre dos facciones criminales dentro de la prisión – el Primer Comando de la Capital (PCC) originario de Sao Paulo, y el grupo local FDN o Familia del Norte – como causa principal de lo que derivó en un motín que ya ha sido controlado por las fuerzas de seguridad. «Es la mayor matanza cometida en una prisión de la Amazonía», afirmó Fontes, quien asegura que los grupos de narcotraficantes se disputan dinero y territorio. La revuelta se extendió durante 17 horas en el complejo penitenciario Anisio Jobim, en una zona periférica de Manaos. Florencio explicó que la policía había logrado «preservar la vida de rehenes, tanto de funcionarios como de internos». En octubre pasado, enfrentamientos entre facciones dentro de una cárcel del estado de Roraima, también en el norte del país, dejaron 25 muertos. Los episodios de violencia son comunes en las superpobladas cárceles brasileñas, donde los grupos criminales se disputan el control del tráfico de drogas.
Una reyerta entre bandas contrarias ocurrida en una cárcel de Manaos, en el norte de Brasil, entre la noche del domingo y la mañana del lunes, que derivó en un motín con rehenes, ha dejado un balance provisional de 60 fallecidos. «Hasta el momento son 60 muertos», ha informado en rueda de prensa este lunes Pedro Florencio, secretario de Administración Penitenciaria del estado de Amazonas, cuya capital es Manaos.
Por su parte, el secretario de Seguridad Pública, Sergio Fontes, apuntó a enfrentamientos entre dos facciones criminales dentro de la prisión – el Primer Comando de la Capital (PCC) originario de Sao Paulo, y el grupo local FDN o Familia del Norte – como causa principal de lo que derivó en un motín que ya ha sido controlado por las fuerzas de seguridad. «Es la mayor matanza cometida en una prisión de la Amazonía», afirmó Fontes, quien asegura que los grupos de narcotraficantes se disputan dinero y territorio. La revuelta se extendió durante 17 horas en el complejo penitenciario Anisio Jobim, en una zona periférica de Manaos. Florencio explicó que la policía había logrado «preservar la vida de rehenes, tanto de funcionarios como de internos».
En octubre pasado, enfrentamientos entre facciones dentro de una cárcel del estado de Roraima, también en el norte del país, dejaron 25 muertos. Los episodios de violencia son comunes en las superpobladas cárceles brasileñas, donde los grupos criminales se disputan el control del tráfico de drogas.