Primera dimisión política tras el incendio en la Torre Grenfell de Londres

El consejero delegado del ayuntamiento de Kensingon & Chelsea, Nicholas Holgate, ha anunciado su dimisión en el marco de las críticas por la gestión relacionada con el devastador incendio que la semana pasada arrasó la Torre Grenfell de Londres en el que al menos 79 personas murieron o están desaparecidas, según el balance oficial.  Por su parte, la primera ministra Theresa May ha asegurado este jueves que las autoridades no van a revisar la situación migratoria de los afectados en el incendio que puedan estar en el país en situación irregular.

La dimisión de Nicholas Holgate es la primera baja política que se produce, después de convertirse en el centro de las críticas por el retraso del Ayuntamiento del distrito en atender la situación de los damnificados por el incendio. El alto cargo, que lleva en el puesto desde 2014, ha admitido en un comunicado que su dimisión se produce a petición de Sajid Javid, ministro de Comunidades y Gobierno Local del gobierno conservador.

«A pesar de mi deseo por continuar, en el marco de unas circunstancias de muchos retos, para llevar a cabo las responsabilidades ejecutivas del Ayuntamiento, he decidido que es mejor dimitir», ha informado Holgate, quien asegura que la ayuda a las familias damnificadas es un asunto «prioritario» para el consistorio. El político dejará su puesto en cuanto el gobierno designe a su sustituto.

Desde el día 14, cuando se produjo el incendio, las familias afectadas han sido alojadas en hoteles y se han quejado por la falta de respuestas a su situación después de perderlo todo.

El ministro Sajid Javid aseguró el miércoles que los damnificados, que vivían en pisos de protección oficial, serán realojados en un bloque de viviendas cercano a la Torre Grenfell. 151 hogares resultaron destruidos por el siniestro, en su mayoría los que estaban en la torre pero también otros inmuebles de los alrededores del edificio.

Situación de los inmigrantes 

Theresa May ha asegurado este jueves que las autoridades británicas no revisarán la situación de inmigración de los afectados por el incendio, ante la más que probable posibilidad de que en el edificio siniestrado vivieran residentes extranjeros en situación irregular.

May también ha anunciado que cada adulto que vivía en la torre está recibiendo 500 libras (565 euros) en efectivo, cantidades que los damnificados no tendrán que devolver al Gobierno. «Es importante que la gente sepa que puede quedarse con el dinero. No tendrá que devolverlo, y no afectará a sus derechos sobre sus beneficios» estatales, ha subrayado May.

La primera ministra pidió disculpas este miércoles en la Cámara de los Comunes por los fallos en la atención a los afectados y reconoció que el apoyo no fue «suficientemente bueno», lamentando que algunas de las personas no recibieran información adecuada sobre las ayudas disponibles.

Tras el incendio, May ordenó una «investigación exhaustiva» para determinar los motivos por los que las llamas se propagaron por todo el edificio con tanta rapidez,  impidiendo a muchos vecinos abandonarlo a tiempo. Los expertos han indicado que el revestimiento del edificio se hizo con polietileno un material supuestamente prohibido en el Reino Unido y muy inflamable.

En su intervención este jueves ante el Parlamento, May ha explicado que unos 100 edificios son revisados a diario en el Reino Unido tras conocer el primer informe de los expertos sobre el citado material inflamable.