Un preso se corta el cuello para no salir de la cárcel por no tener a donde ir
El recluso se negaba a abandonar el centro penitenciario al considerar que se encontraba desamparado
Un recluso de la prisión provincial de Huelva recién puesto en libertad se ha cortado el cuello ante la entrada de la cárcel después de que los funcionarios le impidieran volver a entrar. Los hechos, según ha informado el sindicato Acaip, tuvieron lugar el domingo por la tarde cuando el interno se negó a abandonar el centro penitenciario al considerar que se encontraba desamparado y que no tenía donde ir.
El preso, de 56 años, está herido de gravedad y se encuentra ingresado en el hospital Juan Ramón Jiménez de Huelva. Los funcionarios de prisiones de las áreas de vigilancia y sanitaria atendieron al recluso en primer lugar y lo estabilizaron hasta la llegada del 061.
Acaip ha relatado que el preso tuvo que ser expulsado de la prisión porque no quería salir, sin embargo, tras marcharse en un taxi regresó al cabo de unas horas para intentar volver a entrar. El personal penitenciario le explicó que no podía ser admitido porque ya había cumplido su condena. «Ante la imposibilidad de poder entrar, en su desesperación, el exrecluso atentó contra su propia vida cortándose el cuello», ha informado Acaip Huelva en su cuenta de Twitter.
Enhorabuena compañeros por vuestro gran trabajo.Nuestra profesión tiene tb efectos fuera + allá de la Ribera.@interiorgob no debe apelar a estadísticas maquilladas y sí apostar x una reinserción real con personal suficiente y formación adecuada #AcaipXPrisiones #SOSPRISIONES pic.twitter.com/uRKJ8u8zCO
— ACAIP HUELVA (@acaip_huelva) 5 de mayo de 2019
El sindicato de funcionarios de instituciones penitenciarias ha resaltado «la gran labor» de los trabajadores penitenciarios que posibilitaron salvar una vida y, a su vez, ha puesto énfasis «en la falta de personal del área de tratamiento que contribuya a que las personas que están privadas de libertad tengan un horizonte más allá de los muros y posibilite una reinserción real».
Instituciones Penitenciarias ha aclarado que en el último año y medio un trabajador social ofreció al recluso apoyo para su reinserción: desde residir en un albergue, en otra ONG u otra alternativa, ya que contaba con 13.000 euros en su cuenta (dinero que había obtenido en la cárcel), opciones que el interno rechazó.
El preso estaba condenado por un delito de abuso sexual en el ámbito familiar a una pena de 31 años, que finalmente le fue reducida a 20 años, según ha explicado Prisiones a Efe. En 2017 un juez le otorgó la libertad condicional e ingresó en una ONG que colabora con el centro penitenciario. Sin embargo, al poco de residir allí el preso apuñaló a un compañero, por lo que la libertad condicional le fue denegada y volvió a ingresar en la cárcel de Huelva.