Los Mossos d’Esquadra han encontrado dos cuerpos momificados en un piso de Salou (Tarragona), probablemente el de sus inquilinos, de avanzada edad y a los que no se veía desde antes del confinamiento del coronavirus, que comenzó el pasado 15 de marzo. Por su parte, los agentes del cuerpo de seguridad no han encontrado signos de violencia visibles o indicios de criminalidad en los cuerpos de los ancianos, según han informado fuentes policiales a Efe.
Lo más importante: a la espera de los resultados de la autopsia, que se les practicará en las próximas horas, los Mossos han descartado —por el momento— que se trate de una muerte violenta y apuntan a que las dos personas, un hombre de 71 años y una mujer de 76, habrían fallecido de «forma biológica» hace varios meses. Agentes de la Unitat d’Investigació del Tarragonès de la Policía catalana se han hecho cargo de la investigación. También han acudido agentes de la Policía Científica.
Los vecinos del edificio de la Calle Cambrills de Salou, donde se han encontrado los cadáveres, han alertado a la policía local del municipio costero que no tenían constancia de estas dos personas desde hace varios meses. Los Mosos, entonces, han acudido al domicilio y han hallado la puerta cerrada, por lo que han tenido que solicitar la ayuda de los bomberos para acceder al interior. A la llegada de estos se ha podido acceder al apartamento a través de una ventana.
Una vez dentro del inmueble se han localizado los dos cuerpos momificados. Probablemente se trataría de los inquilinos del piso, cuya identidad será determinada por las pruebas forenses.
Según ha publicado el diario Tarragona Digital, los ancianos habrían perdido la vida hace más de medio año, antes del confinamiento, y por eso los cuerpos ya se encontraban en estado de momificación.