Tres policías han muerto y un cuarto se encuentra herido tras una intervención de los agentes en un presunto caso de violencia machista en la pequeña localidad francesa de Saint-Just, en el centro del país.
Lo más importante: el suceso ocurrió poco después de la media noche cuando dos agentes acudieron a un domicilio avisados por una llamada que alertaba de que se estaba produciendo un acto de violencia. El sospechoso, tras cometer el crimen, se dio a la fuga y finalmente ha sido hallado muerto este miércoles.
Los gendarmes encontraron en el domicilio a un hombre, que estaba fuera de sí, y que prendió fuego a la casa y disparó contra los agentes que trababan de rescatar a una mujer que se había refugiado en el tejado.
El atacante realizó varias ráfagas de disparos y mató a dos de ellos. Después, otro grupo de gendarmes que se encontraba cerca trató intervenir para avisar a los bomberos del fuego y fueron también víctimas de los disparos del hombre. En total, tres gendarmes murieron por las heridas de bala y un cuarto, herido en el muslo, ha sido trasladado a un hospital.
El sospechoso, con antecedentes por problemas con el cuidado de menores, se dio a la fuga, por lo que la operación de búsqueda y captura seguía activa esta mañana, según medios franceses que citan a la prefectura de Puy-de-Dôme, cercana a la aldea. Horas después, el hombre ha sido hallado muerto.
La mujer amenazada se encuentra a salvo y está siendo interrogada para tratar de esclarecer los hechos.