Así cubrieron Escolar y Ferreras la falsa agresión homófoba en Madrid
La objetividad periodística brilla por su ausencia
La objetividad periodística brilla por su ausencia
La confesión del joven que supuestamente había sufrido una agresión homófoba en el madrileño barrio de Malasaña, que reconoció ante la policía que se había inventado toda la historia, ha cogido con el pie cambiado a la élite de la izquierda mediática.
Un caso claro es el de elDiario.es y su director, Ignacio Escolar. El digital informó del asunto calificándolo de «brutal agresión homófoba» cometida «por ocho encapuchados». Aparte de que la realidad ha demostrado que ni había agresores ni por supuesto eran ocho encapuchados, llama la atención que el titular no usa el «presunta» o la «supuesta», términos obligados en el argot periodístico a la hora de hablar de crímenes que aún están siendo investigados y de los que no hay sentencia firme.
Asimismo, el diario de Escolar publicó una columna escrita por el dramaturgo Guillem Clua en el que se hacía un relato ficcionado con todo lujo de detalles a partir de la denuncia falsa. El artículo afirmaba sin ambages cosas como que «[los agresores] hace tiempo que lo están planeando. Algo así no se improvisa» o como que uno de los encapuchados inventados dijo que los homosexuales «van pidiendo a gritos que les rompas la cara».
En el terreno más informativo, también destacan las informaciones de elDiario.es acerca del transcurso de la investigación. Escolar difundió estas noticias y afirmaba en Twitter que las supuestas fuentes que habían consultado aseguraban que «la motivación [homófoba] no deja lugar a dudas». Al día siguiente se desmontó todo.
Ferreras y Al rojo vivo
Otro de los periodistas que ha salido mal parado de toda esta historia ha sido el director de Al rojo vivo, Antonio García Ferreras. En el programa de laSexta, una de las redactoras repasaba las últimas agresiones homófobas ocurridas en España y, al referirse a lo denunciado en Malasaña, afirmaba que «ocho encapuchados han atacado a un joven de veinte años y le han grabado en la piel ‘maricón'». De nuevo, no aparece por ningún lado el «presuntamente» o al menos el condicional, «habrían atacado». Se da por hecho.
El programa dirigido por Ferreras también decidió salir a la calle para preguntar por el caso, en concreto por Malasaña, el barrio donde el chico aseguró que le habían agredido. «¿Tienes la sensación de que van de caza? ¿Te da miedo estar en el objetivo, quizás?», preguntaba la reportera a un vecino de la zona. «Van de caza, es completamente así», respondía el cuestionado sin dudar.
Ferreras y sus colaboradores, además, no se limitaron a informar de la agresión, posteriormente desmentida, sino que trasladaron la denuncia contra los partidos políticos de la oposición, en particular Vox, culpándoles de manera más o menos velada de la agresión.