La crecida del Ebro comienza a remitir en Zaragoza
Mientras, 200 personas esperan para poder regresar a sus hogares
La crecida del río Ebro comienza a remitir en Zaragoza. Tras la inundación, cuyo pico máximo llegó a la capital aragonesa ayer por la tarde, ha reducido su caudal y se retira. Sin embargo, aún quedan muchas zonas cercanas al cauce anegadas y se espera que la retirada, aunque lenta, pueda notarse a lo largo del día de hoy.
El alcalde de Zaragoza, el popular Jorge Azcón, ha hecho un balance de la situación y compara los daños que ha sufrido la ciudad con los de 2015, cuando el Ebro presentó una situación similar y varias zonas de la capital quedaron inundadas, con los destrozos que ello supuso para el mobiliario urbano. En esa ocasión, el caudal fue de unos 2.500 metros cúbicos, mientras que en la actual, el pico máximo alcanzó los 2.100.
Según informa El Heraldo de Aragón, los bomberos de la ciudad se han visto obligados a atender 500 peticiones de ayuda a lo largo de la tarde de ayer y hoy se preparan para continuar con los trabajos de atención a los afectados.
El regreso de las familias a sus casas aún no tiene una fecha marcada, aunque el alcalde Azcón advirtió que sería necesaria la intervención de bomberos y UME para asegurar estos procesos. Por el momento y según el mismo medio, unas 200 personas han tenido que ser evacuadas de sus hogares y continúan a la espera de poder volver al vivir en algunos barrios rurales que continúan rodeados por los efectos de la riada.
Las estimaciones del consistorio también apuntan a los animales, ya que se calcula que unos 500 han tenido que ser desalojados y puestos en protección tras el desbordamiento, sobre todo en las áreas rurales. Las pérdidas económicas de esta situación pueden resultar devastadoras para una ganadería muy castigada en las últimas fechas por las regulaciones en los precios de sus productos, la inflación y el aumento de los precios de la energía, que se repercuten en sus gastos de mantenimiento de las cabezas de ganado.