Animalistas se manifiestan contra el foie gras por la alimentación forzada de patos y ocas
A los animales les meten un tubo de 30 centímetros durante dos semanas para obligarles a ingerir dos kilos de pasta al día
Varias personas han pedido este sábado en una concentración en Madrid, convocada por Igualdad Animal, prohibir en España la «cruel» alimentación forzada a la que se somete a patos y ocas para producir foie gras.
La concentración ha arrancado a las 12.00 horas en la plaza de Callao, donde varios activistas han sujetado letras para escribir ‘Stop foie gras’, el lema que ha elegido Igualdad Animal para esta campaña en la que reclama al Gobierno poner fin a la alimentación forzada de patos y ocas para la producción de este producto, una práctica que ya está prohibida en 18 países.
«¿Como es posible que España sea uno de los pocos países de Europa que permite esta barbaridad?», ha cuestionado el confundador de la organización, Javier Moreno, en declaraciones a Europa Press en el marco de la concentración. España es uno de los cinco únicos países europeos, junto a Francia, Bulgaria, Hungría y Bélgica, donde aún se produce foie gras.
«A los animales les meten un tubo de 30 centímetros durante dos semanas para obligarles a ingerir dos kilos de pasta al día –equivalentes a doce kilos para una persona–. Es un proceso cruel que hemos grabado en granjas de España», ha lamentado, para advertir de que muchos del millón de patos y ocas sometidos a esta «auténtica tortura» mueren al no aguantar el sufrimiento.
Asimismo, ha señalado que Igualdad Animal ha pedido una reunión con el Gobierno para exponerles su campaña y su petición, así como intentará hablar con todos los grupos parlamentarios. Además, se encuentra trabajando a nivel europeo para ponerle fin a este proceso. El objetivo de la organización es mantener estas acciones hasta que su campaña derive en un debate institucional y se «consigan avances legislativos».
Moreno también ha reivindicado el rechazo social existente a esta práctica y ha subrayado que 73.000 personas han firmado una petición al Ejecutivo para poner fin a esta práctica.