La Agencia Española del Medicamento avisa de los efectos secundarios de la doxilamina
Este medicamento es uno de los más usados para combatir el insomnio y también presenta algunas reacciones transitorias al principio
La doxilamina es uno de los medicamentos que más se emplea a día de hoy para el tratamiento sintomático del insomnio ocasional en personas que sean mayores de 18 años. Esto es porque tiene propiedades sedantes, ya que pertenece al grupo de los fármacos llamados antihistamínicos.
No obstante, al igual que cualquier otro fármaco, su consumo puede conllevar una serie de efectos secundarios. Esto no significa ni que todo el mundo los vaya a experimentar con total seguridad, ni que todos sean graves, ya que algunos de ellos son bastante raros y ocurren de forma ocasional. Es más, por lo general, los efectos de este fármaco son más frecuentes en los primeros días del tratamiento y suelen ser leves y transitorios.
Posibles efectos secundarios de este medicamento
La Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) ha difundido en su página web todos los posibles efectos secundarios de este medicamento. Además, estos aparecen especificados en el prospecto del mismo.
Los efectos secundarios frecuentes, y que pueden afectar hasta a una de cada 10 personas, son:
- Somnolencia.
- Boca seca.
- Estreñimiento.
- Visión borrosa.
- Retención urinaria.
- Secreción bronquial aumentada.
- Vértigo.
- Mareo.
- Cefalea (caracterizado por dolores de cabeza recurrentes).
- Dolor en la zona superior del abdomen.
- Fatiga.
- Insomnio.
- Nerviosismo.
Por otra parte, los efectos adversos poco frecuentes, que pueden afectar a una de cada 100 personas, son los siguientes:
- Astenia (cansancio).
- Edema periférico (inflamación de brazos y piernas).
- Náuseas.
- Vómitos.
- Diarrea. Erupción de la piel.
- Acúfenos (ruido en los oídos).
- Hipotensión ortostática (tiene lugar una disminución de la presión arterial debido a cambios de la postura).
- Diplopía (visión doble).
- Dispepsia (trastornos del estómago).
- Sensación de relajación.
- Pesadillas.
- Disnea (dificultades respiratorias).
Por último, también existen algunos efectos adversos raros, que pueden aparecer en una de cada 1.000 personas. Estos son:
- Agitación (sobre todo en niños y en ancianos).
- Temblor.
- Convulsiones.
- Problemas sanguíneos como puede ser la anemia hemolítica, trombocitopenia, leucopenia o agranulocitosis (es decir, disminuyen ciertas células de la sangre).
- También puede provocar malestar general, aunque la frecuencia de este efecto secundario no se conoce (esto es porque no se puede estimar a partir de los datos disponibles).
Consejos de la AMPS para tomarlo
La AMPS sugiere que tanto la frecuencia como la magnitud de estas reacciones puede ser menor si se reduce la dosis diaria de la doxilamina. Los mayores de 65 años tienen un mayor riesgo de sufrir estos efectos, ya que pueden padecer otras enfermedades o estar tomando otros medicamentos simultáneamente.
Estas personas también tienen un mayor riesgo de sufrir una caída, por lo que es recomendable que consuman los fármacos bajo supervisión médica. La AEMPS recomienda a todos los usuarios que, en caso de que los pacientes experimenten efectos secundarios, consulten a su médico o farmacéutico, incluso si son reacciones no mencionadas con anterioridad.
La agranulocitosis, efecto de la Dormidina
La dormidina es otro de los medicamentos que, al igual que la doxilamina, más se usa para tratar el insomnio. Al igual que esta, este medicamento también puede provocar efectos secundarios y, uno de los que están catalogados como raros, es decir, que afecta a una de cada 1.000 personas, es la agranulocitosis.
Esta es la disminución de ciertas células de la sangre, concretamente los granulocitos, que son un tipo de glóbulos blancos. Cuando la presencia de esos granulocitos es demasiado baja la posibilidad de sufrir enfermedades potencialmente mortales incrementa.
Los síntomas de la agranulocitosis son: fiebre, escalofríos, debilidad, dolor de garganta, llagas en la boca o la garganta, sangrado en las encías, dolor de hueso, presión arterial baja, latidos cardíacos rápidos y dificultad para respirar. En caso de experimentar este o cualquier otro síntoma, es importante acudir al médico de inmediato.