Estas son las prácticas que aumentan potencialmente el alcoholismo
Un estudio de la Universidad Carnegie Mellon desvela que consumir alcohol en soledad de jóvenes aumenta el riesgo de padecer trastornos de adicción con estas bebidas
Las bebidas alcohólicas se han convertido en un habitual para muchas personas en España, que las consumen casi en su día a día. Es más, son muchas las ocasiones en las que se asocia alcohol y ocio. Tanto es así que hasta un 93% de las personas de entre 15 y 64 años asegura haber consumido bebidas alcohólicas alguna vez.
El consumo de alcohol está relacionado con al menos tres millones de muertes anuales; sin embargo, se tienen mucho más en cuenta la frecuencia y la cantidad de bebida que se consuma que el contexto social en el que se haga. Es decir, no es lo mismo beber alcohol de forma esporádica durante un evento social que hacerlo de forma frecuente en solitario.
Prácticas que podrían llevar al alcoholismo
La autora principal de esta investigación es la profesora de psicología de la UCM Kasey Creswell. Para realizarla ha contado también con la ayuda de dos compañeras de la Universidad de Michigan: Yvonne Terry-McElrath y Megan Patrick. Entre las tres han desarrollado y analizado los distintos datos del estudio Monitoring the Future.
Creswell explica que, aunque lo que más ocurre es que las personas consuman alcohol en eventos sociales, estando en compañía, también hay una minoría que bebe estando sola. Este sería un factor de riesgo que podría llevar a estas personas a experimentar trastornos y adicciones relacionados con el consumo de bebidas alcohólicas, según destaca la investigación.
Es esta la conclusión a la que llegaron Creswell y sus compañeras tras analizar los datos que recopilaron durante su investigación. En esta detallaban prácticas habituales en el consumo de drogas y alcohol entre los jóvenes estadounidenses (que fueran menores de 17 años). Los datos no daban lugar a duda en cuanto al problema: quienes solían beber en soledad desde jóvenes tenían un mayor riesgo de terminar desarrollando trastornos relacionados con las bebidas alcohólicas en la edad adulta (a partir de los 35 años).
Algunos de los otros factores de riesgo que consideró el estudio fueron la frecuencia de consumo o el consumo abusivo. No obstante, los patrones que analizaron reflejaban claramente que las probabilidades de padecer alcoholismo a los 35 años se incrementaban hasta un 35% entre los adolescentes que consumían alcohol estando solos.
En el caso de los adultos jóvenes, este porcentaje asciende hasta el 60%, con respecto a quienes solo bebían en situaciones sociales. El riesgo cambia también según el género: las mujeres que beben solas son más propensas a desarrollar alcoholismo.
Por otra parte, el estudio ha señalado que hasta el 25% de los adolescentes encuestados y el 40% de los adultos jóvenes sí que bebían en soledad. Además, Creswell ha señalado en un estudio anterior que los jóvenes que beben solos suelen hacerlo como una forma de hacer frente a sus emociones negativas. Este tipo de consumo también está relacionado con un mayor riesgo de padecer alcoholismo.
Además, la pandemia ha empeorado esta forma de consumo de bebidas alcohólicas. Es por ello que las investigadoras del estudio han hecho hincapié en la importancia de prevenir este alcoholismo teniendo en cuenta también que este factor de riesgo puede afectar especialmente a las mujeres.