Malestar del PSOE con el delegado en Madrid: «Nos ha reventado la estrategia para el 23-J»
Moncloa exigió a Fran Martín que se disculpara por sus palabras sobre Bildu, una torpeza «apoteósica»
El malestar es notable. El delegado del Gobierno en Madrid, Fran Martín, dio la campanada este jueves en un desayuno informativo por su encendida defensa de los pactos con Bildu. «Esos supuestos enemigos de la patria han contribuido a salvar miles de vidas apoyando el estado de alarma. (…) Han hecho mucho más por España que todos los patrioteros de pulsera juntos», afirmó en un acto del Nueva Economía Fórum Europa en el que estaban presentes la mayoría de los representantes del PSOE de Madrid y algunos ministros. Nada más concluir, el ministro de Presidencia, Félix Bolaños, exjefe de Martín en Moncloa, huyó precipitadamente del Hotel Ritz de Madrid. Según ha podido saber THE OBJECTIVE, Moncloa exigió a Martín que pidiera disculpas, lo cual cual hizo pocas horas después de este acto.
La exigencia de Moncloa se produjo después de que las palabras del delegado del Gobierno generaran un bochorno considerable en el partido, donde se habla de una metedura de pata «apoteósica». Y más cuando «la consigna de Moncloa es perfil bajo, tranquilidad y sin estridencias» para evitar sobresaltos el 23-J. Algunos atribuyen su «torpeza» a su impaciencia por controlar Madrid. Dichas maniobras se hacen de forma conjunta con Bolaños y ello explica la convocatoria de este jueves.
«Pedro tiene que estar que trina»
«¿Qué coño pinta ese desayuno?¿Qué necesidad había?», se preguntaban con indignación algunos dirigentes madrileños sobre una convocatoria en la que el delegado del Gobierno, mano derecha de Félix Bolaños y hasta hace pocos meses su secretario general de Presidencia en Moncloa, fue presentado por el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, lo cual debía haber estado en el radar del gabinete de Presidencia del Gobierno. Pero no fue así.
Mientras Pedro Sánchez convocaba a los medios en Moncloa para la presentación de las líneas generales del semestre europeo, evitando responder a las preguntas sobre «cuestiones domésticas»; y el ministro de presidencia, Félix Bolaños, pedía «a la gente moderada, por una España de futuro, plural y amable, que dejen a un lado a la España que pacta con los xenófobos y maltratadores», en referencia a los pactos con Vox, su ex número dos, Fran Martín, le daba una patada al tablero. «Conociendo a Pedro, tiene que estar que trina no, lo siguiente», señalan a este periódico fuentes socialistas.
La gravedad de la torpeza es mayor en tanto en cuanto supone eclipsar los pactos entre el PP y Vox, que podrían servir como único revulsivo al PSOE inmerso en el estancamiento, cuando no caída de su intención de voto. «Ha reventado la estrategia. Se ha hecho un Froilán», lamentan desde el PSOE, recordando el incidente del sobrino del Rey que se disparó en el pie al limpiar una escopeta de caza. Un «error absurdo» que «se ha amplificado en todos los medios» y que ha servido para desviar la atención de uno de los «pocos temas que pueden servirnos» en esta campaña, lamentan desde el PSOE.
El silencio de Zapatero y las listas de Bildu
De hecho, señalan la entrevista del expresidente Zapatero esta semana en la cadena COPE, en la que la cúpula del Gobierno y el partido no ha querido entrar: «Pues claro que Zapatero tiene razón. Nosotros acabamos con ETA y el PP no lo puede soportar», desliza en privado el Gobierno, siguiendo las palabras que en su día pronunció el propio Sánchez en el Congreso de los Diputados. Ni siquiera critican las formas, ni el tono empleado por su predecesor; tan sólo el momento político en el que la estrategia pide evitar las estridencias y las palabras altisonantes para no abrir ni acentuar ninguna fuga de voto.
En el recuerdo reciente está la irrupción de las polémicas listas de Bildu en la campaña del 28-M, con 44 condenados por terrorismo, siete de ellos por delitos de sangre. Un primer elemento inesperado de la campaña de las municipales y autonomías que se tradujo en una caída de cuatro puntos de voto directo en los trackings del PSOE, que no fueron capaces de remontar. La historia se repite pero, en esta ocasión, por el gol en propia meta del representante gubernamental en la Comunidad de Madrid.