Los seis errores que pueden arruinar el sabor del café en una cafetera italiana
Siguiendo estos consejos, es posible disfrutar de todo el aroma y sabor que este electrodoméstico puede ofrecer
La cafetera italiana, también conocida como moka, continua siendo la más utilizada en muchos hogares. Y es que, este sencillo electrodoméstico es capaz de hacer un café fuerte y aromático, similar al espresso, aunque con algunas diferencias en el sabor.
Aunque el reinado de las cafeteras automáticas y de las eléctricas en el mercado es un hecho. Es evidente, que el sabor a espresso que tiene el café preparado en la clásica moka dista mucho del resto de cafetas. Pero, hay personas que al utilizar este tipo de cafeteras cometen pequeños errores, que terminan arruinando completo el sabor, obteniendo un café amargo, quemado o aguado.
Errores al usar la cafetera italiana
1. Colocar la cafetera a fuego alto
Muchas personas, quizá por prisa por disfrutar su café, colocan la cafetera italiana directamente a fuego alto, lo que es un error que puede arruinar el sabor de su café. Cuando el agua se calienta demasiado rápido, puede hacer que el café se queme, adquiriendo un sabor amargo.
Lo ideal es colocar la cafetera a fuego medio o bajo, permitiendo que el agua se caliente poco a poco y pase a través del café de manera uniforme. Esto contribuye a que salga un café más aromático. Además, reduce el riesgo de dañar la cafetera.
2. No usar el café molido adecuado
Uno de los errores más comunes al usar una cafetera italiana es elegir el grosor que debe tener el grano del café tras molerlo. Los granos del café que se utilizan en este tipo de cafeteras deben tener un molido medio. Este tipo de molido es aquel que se sitúa entre el molido grueso usado en una prensa francesa y el molido fino empleado para el café espresso.
Si el grano está molido demasiado fino, puede obstruir la válvula de la cafetera, aumentando la presión y dando lugar a un café quemado. Por el contrario, si es demasiado grueso, el agua pasará rápidamente a través del café sin extraer todos sus sabores, dejando el café aguado e insípido.
3. No limpiar la cafetera adecuadamente
Uno de los errores más graves y frecuentes es no limpiar correctamente la cafetera italiana después de cada uso. Con el tiempo, los residuos de café se acumulan en el interior de la cafetera, afectando al sabor de tus próximos cafés. Es importante lavar la cafetera a mano con agua caliente y, preferiblemente, sin jabón, ya que este puede dejar un residuo que altere el sabor del café.
4. Usar la cantidad de agua incorrecta
La cantidad de agua que se usa en la cafetera italiana es fundamental para obtener un buen café. Es crucial respetar la marca que indica el nivel máximo de agua en la cámara inferior de la cafetera. Si se usa menos agua de la recomendada, el café puede salir demasiado concentrado.
Por otro lado, si se sobrepasa este nivel, el café puede quedar aguado y sin fuerza. Además, es importante usar agua filtrada o de buena calidad, ya que el cloro y otros minerales presentes en el agua del grifo pueden afectar negativamente el sabor del café.
5. No quitar la cafetera del fuego a tiempo
Una vez que el café comienza a salir por el tubo central y a llenar la parte superior de la cafetera, es esencial estar atento. Muchos dejan la cafetera en el fuego hasta que se escucha un sonido burbujeante o un chorro de vapor. En realidad, esto es señal de que la cafetera ha estado en el fuego demasiado tiempo, lo que puede provocar que el café se queme o se amargue debido al sobre calentamiento.
6. Llenar mal el filtro de café
Otro error habitual es llenar incorrectamente el filtro de la cafetera. A menudo, las personas compactan el café molido en el filtro, pensando que así obtendrán un sabor más intenso. Sin embargo, este es un gran error. En una cafetera italiana, el café no debe compactarse como en una máquina de espresso.
Simplemente se debe llenar el filtro hasta el borde sin presionar, permitiendo que el agua pase a través del café de manera uniforme. Compactar el café dificulta este proceso, aumentando la presión en la cámara inferior y dando lugar a una extracción desigual, lo que puede generar sabores amargos o quemados.