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Estrategias de inversión

¿Qué mes es mejor para invertir y ganar en bolsa?

«Empieza cuanto antes, mantente fiel a tu estrategia y deja que el interés compuesto haga el resto»

¿Qué mes es mejor para invertir y ganar en bolsa?

Imagen de archivo de la Bolsa de Frankfurt. | Europa Press

Si alguna vez has dudado sobre cuál es el mejor momento para invertir, bienvenido al club. Muchos inversores se quedan paralizados esperando el momento perfecto, como si de una ola en el surf se tratara. Sin embargo, la realidad es que, en el largo plazo, lo más relevante no es en qué mes entras al mercado, sino empezar cuanto antes.

Echemos un vistazo a los datos históricos. Si analizamos la rentabilidad del S&P 500 desde 1928 veremos que los inversores que permanecen en el mercado y aportan de manera constante suelen obtener mejores resultados que aquellos que intentan acertar el mejor momento para entrar y salir. Es más, he hecho un análisis de qué pasa si te pierdes los mejores y los peores días. Además, resulta que los mejores días están en momentos de caída de mercado, lo cual dificulta enormemente acertar con el periodo exacto. Y, visto a largo plazo, casi te da igual invertir en máximos. 

O bien podemos observar qué pasa si no estamos siempre invertidos y nos perdemos los mejores días. He de decir que este segundo gráfico tiene un poco de trampa, porque si nos perdemos estos días es más que posible que también nos perdiésemos algunos de los peores. Pero se entiende. 

Los alumnos del curso de inversión a largo plazo de The Objective y Estrategias de Inversión lo aprenden en dicho curso.

El interés compuesto permite que una inversión inicial crezca exponencialmente con el paso de los años gracias a la reinversión de los beneficios. La clave aquí no es adivinar cuándo será el próximo rally alcista, sino dar tiempo suficiente para que el interés compuesto haga su trabajo.

Seguro que has escuchado frases como «vende en mayo y vete» o «septiembre es el peor mes para invertir». Y aunque algunos patrones estacionales pueden darnos información relevante (de hecho, yo lo utilizo y suele acertar), a largo plazo se diluyen como un azucarillo en el café. 

Los gráficos lo dejan claro: la diferencia entre invertir en enero o en octubre desaparece cuando hablamos de plazos mayores a 5 años. Lo único que realmente importa es haber dado el paso. Incluso en años complicados, aquellos que se mantienen firmes en su estrategia terminan viendo recompensada su paciencia. La historia del S&P 500, por ejemplo, muestra que las recuperaciones tras las crisis han sido muy rápidas. Perderse los mejores días del mercado por intentar hacer market timing puede reducir drásticamente la rentabilidad de una inversión.

No invertir por miedo a entrar en el «momento equivocado» es un error mucho más costoso que cualquier fluctuación de corto plazo. De hecho, si retrasas tu inversión 10 años, podrías necesitar casi el doble de aportaciones para lograr el mismo resultado que alguien que empezó antes. La solución: establecer un plan de inversión regular, como el dollar-cost averaging, que te permita reducir el impacto de la volatilidad y eliminar la presión de tomar la decisión perfecta.

No te obsesiones con encontrar el mes ideal para invertir. Lo importante es que el tiempo juega a tu favor. Empieza cuanto antes, mantente fiel a tu estrategia y deja que el interés compuesto haga el resto. Al final, la paciencia y la disciplina pesan mucho más que cualquier intento de adivinar el mercado.

No es el timing del mercado lo que importa, sino el time in the market. Así que, si estabas esperando una señal para empezar a invertir, aquí la tienes. 

Aprenda a invertir a largo plazo con el curso que organiza The Objective y Estrategias de Inversión.

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