Guiño de BBVA antes del ERE del Sabadell: sube el 25% el salario más bajo de su plantilla
La entidad eleva a 26.768,16 euros el sueldo mínimo a pagar a sus trabajadores de la red, al mejorar el peor nivel

El presidente de BBVA, Carlos Torres | Europa Press
BBVA hace un guiño laboral antes del previsible expediente de regulación de empleo (ERE) que emprenderá con motivo de la oferta pública de adquisición de acciones (opa) lanzado sobre el Sabadell. El grupo vasco ha realizado una mejora sustancial en las condiciones económicas ofrecidas al personal de nueva incorporación a la red comercial y a aquellos que están con las peores retribuciones.
Según ha podido saber THE OBJECTIVE, la medida se ha producido hace apenas unas semanas y supone elevar un 25% la remuneración a pagar para este colectivo de empleados. En concreto, la subida representa un alza de 5.389.09 euros, hasta al menos los 26.768,16 euros.
La presión ejercida por los representantes sindicales, especialmente CGT, ha surtido efecto y BBVA ha realizado un esfuerzo en el nivel XII, el más bajo de todos. Y, además, su aplicación será con carácter retroactivo al 1 de enero de este año. Con la mejora todo el personal pasa a ser como mínimo de nivel XI. Afectará a las incorporaciones que haga a partir de ahora y a aquellos que hayan sido contratados antes del primer día de 2025 y tengan al menos un año mínimo de antigüedad.
El salario base de estos trabajadores será de 25.391,43 euros y estará complementado con 1.376,73 euros de plus de polivalencia funcional. Hasta entonces, los suelos más bajos en BBVA estaban fijados en algo menos de 21.379,07 euros. Si bien la retribución media de la plantilla era muy superior, ya que buena parte de la plantilla cobra mucho más. De media, percibe 87.000 euros en nuestro país.
El nivel XII que tiene BBVA está contemplado para los fichajes de personas muy jóvenes y principiantes, aquellos que se inician en el mundo laboral financiero. Es decir, de acceso a la profesión. El convenio colectivo del sector pactado el año pasado entre la patronal y los sindicatos recoge esta tipología. Para 2025, establece que con carácter general las entidades tienen que abonar los 21.379,07 euros que hasta la fecha venía aplicando el grupo vasco y que, en 2026, pasaría a los 21.966,99 euros. Y que, de continuar en la empresa, el segundo año del contrato se debe elevar a un mínimo de 23.052,41 euros este año y a 23.686,35 euros el próximo ejercicio. Transcurridos 24 meses, el documento que regula las relaciones laborales de las entidades asociadas a la AEB estipula que todos los que se mantengan deben ascender de nivel profesional.
De esta manera, el aumento adoptado por BBVA está muy por encima del convenio, aceptando las exigencias lideradas por CGT y que se pusieron de manifiesto en una reunión de que tuvieron los representantes de la plantilla con el presidente, Carlos Torres. Una cita que el máximo responsable aprovechó para dar algunas pistas de cómo será el ERE que pondrá si finalmente logra hacerse con el control del Sabadell. La intención de BBVA, como ya publicó este periódico, es llevar a cabo un ERE sin prejubilaciones. Es decir, que todo el recorte se ejecutará a través de despidos. El recorte se ejecutaría en un periodo de 18 meses.
Por ahora, el banco no ha dado ninguna cifra oficial sobre los empleados que se verían afectados por el ERE, aunque desde un principio las fuentes conocedoras del proyecto cuantificaban el ajuste en unas 5.000 personas. El Sabadell da por hecho que el número de afectados superará al menos las 4.000 para que las sinergias puedan producirse.
Es probable que BBVA tenga que reducir estas bajas, que en todo caso serían de adhesión voluntaria, para lograr que el Gobierno no complique demasiado ni la opa ni la posterior integración. De ahí que en el diseño del ERE no incluya prejubilaciones, que son más costosas, ya que cuanto menor sea el recorte de personal, menores serán los ahorros, vitales para que la compra del Sabadell sea rentable.
La opa aún está en fase de estudio por las autoridades. La Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) estudia aún la operación de compra. Se espera que a finales de abril o principios, de mayo como tarde, el regulador emita su veredicto, tras haber ampliado el plazo de análisis en noviembre ante los riesgos que podría suponer para la competencia, especialmente en el negocio de pymes.
Una vez se conozca, se abrirá el plazo de algo más de meses y medio para que el Gobierno pueda enmendar o endurecer las condiciones de la opa. Y tras ello, si BBVA decide proseguir con la transacción, tendrá que ser la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) quien apruebe el folleto para que sean los accionistas del Sabadell los que tomen la decisión final de vender o no vender sus acciones a BBVA a través del canje planteado. No se descarta, eso sí, que haya una mejora en la propuesta que incluya dinero en efectivo.