El ministro de Interior alemán amenaza con dimitir por la crisis migratoria
Angela Merkel y el ala más derechista de la frágil coalición gubernamental intentarán este lunes por última vez resolver el enconado conflicto sobre los migrantes que amenaza al gobierno alemán y también la cohesión europea, informan varias agencias. El motivo del enfrentamiento es la expulsión de las fronteras de cualquier migrante registrado de antemano por otro país europeo, como quiere a toda costa el ministro del Interior, Horst Seehofer, jefe de los conservadores bávaros de la CSU, informa AFP. Esta medida fue rechazada por la canciller alemana, que teme un efecto dominó en Europa y una carga excesiva para países como Grecia, Italia y Malta. Seehofer ha amenazado ya con dimitir si Merkel y él no llegan a un consenso en este asunto.
Angela Merkel y el ala más derechista de la frágil coalición gubernamental intentarán este lunes por última vez resolver el enconado conflicto sobre los migrantes que amenaza al Gobierno alemán y también la cohesión europea, informan varias agencias. El motivo del enfrentamiento es la expulsión de las fronteras de cualquier migrante registrado de antemano por otro país europeo, como quiere a toda costa el ministro del Interior, Horst Seehofer, jefe de los conservadores bávaros de la CSU, informa AFP. Esta medida fue rechazada por la canciller alemana, que teme un efecto dominó en Europa y una carga excesiva para países como Grecia, Italia y Malta.
Alemania esperaba un epílogo de esta crisis el domingo. Pero finalmente, después de unas 10 horas de reuniones con los líderes de CSU, Seehofer ha ofrecido renunciar a su ministerio y al liderazgo del partido, antes de dar marcha atrás para volver a entablar una ronda final de negociaciones con Angela Merkel. «He dicho que ponía los dos puestos a disposición y que cumpliré esa decisión en los tres próximos días», declaró Seehofer en la madrugada del lunes, dando a entender que la incertidumbre podía prolongarse en momentos que el conflicto empieza su cuarta semana. La reunión entre Merkel y Seehofer está prevista para empezar a las cinco de la tarde en Berlín.
Mientras tanto, la frágil coalición, creada en marzo y que une la derecha bávara, la centroderecha de Merkel (CDU) y los socialdemócratas, ha quedado suspendida. Al igual que la unión CDU-CSU formada en 1949. A pesar del desafío de la CSU, la jefa del Gobierno alemán se muestra inflexible y el domingo obtuvo en Berlín el apoyo casi unánime de las instancias dirigentes de su partido.
Éstas rechazaron en una moción cualquier decisión «unilateral» nacional para rechazar a los migrantes y apoyaron los esfuerzos de la canciller para negociar soluciones europeas sobre la política de asilo. El actual conflicto en el bando conservador estalló a mediados de junio, cuando la canciller vetó el proyecto de su ministro sobre las expulsiones de migrantes en las fronteras. Pero las tensiones han sido casi permanentes desde la decisión de Merkel de abrir su país a cientos de miles de solicitantes de asilo en 2015.
El cristianodemócrata Carsten Linnemann, vicepresidente del grupo parlamentario de la CDU/CSU, ha reconocido que la solución ahora está en manos de Merkel y Seehofer, y que la disputa en torno a la gestión del flujo migratorio ha dejado de ser un asunto de fondo para convertirse en una cuestión política, la de si se quiere seguir o no trabajando conjuntamente, informa Efe.
En una entrevista televisiva, ha asegurado que nadie desea la ruptura del bloque conservador y ha advertido de que si eso ocurre, en diez o quince años podría darse en Alemania una situación como la de Italia, donde los conservadores han desaparecido y los populistas han logrado catapultarse al poder. «Eso no lo quiere nadie, y esta comunidad de destino, esta unidad en un grupo parlamentario, está por encima de todo, y eso deben saberlo los dos», ha dicho Carsten Linnemann, a la vez que ha añadido que ambos deben cumplir con su responsabilidad de liderazgo y acercar posiciones, porque hay mucho en juego.