Un ataque suicida contra una mezquita de la minoría chií de la ciudad de Herat, en el oeste de Afganistán y cerca la frontera con Irán, ha causado este martes al menos 20 muertos y 30 heridos, según informaron a AFP fuentes sanitarias. “Hasta ahora hemos recibido más de una veintena de cuerpos y más de treinta heridos”, dijo el portavoz del hospital regional, más de una hora después de la explosión.
Las fuentes oficiales fueron menos concretas: «Desgraciadamente el ataque suicida tuvo lugar en el interior de una mezquita, lo que causó más de 50 muertos y heridos”, dijo a Efe el portavoz del gobernador de la provincia de Herat, Jailani Farhad. Por su parte, el portavoz de la Dirección de Salud Pública de la provincia de Herat, Rafiq Shirzai, rebajó la cifra a 15 víctimas mortales y 20 heridos.
La explosión se produjo hacia las 20.00 hora local (15.30 GMT) en el interior de una mezquita perteneciente a la minoría chií cuando decenas de personas estaban rezando. El portavoz de la policía local, Abdulhai Walizada, dijo que parecía haber más de un atacante: uno de ellos detonó los explosivos y otro lanzó granadas a los fieles. Algunos medios locales informan que después del estallido inicial, un segundo atacante irrumpió en el centro de culto y empezó a disparar. Hasta el momento nadie ha reivindicado el ataque.
#HeratAttack: aftermath of attacks on #Jawadia mosque in western #Herat province.
Photo by a friend from herat. pic.twitter.com/p6tS2XaOJZ
— Hayat Amanat (@Hayatamanat) 1 de agosto de 2017
El pasado lunes, en Kabul, cuatro combatientes de Estado Islámico atacaron la embajada iraquí en un atentado que duró varias horas por los enfrentamientos entre los terroristas y las fuerzas de seguridad.
Más de 1.700 civiles han muerto en Afganistán en lo que va del año. Los atentados contra la minoría religiosa chií son comunes en el país asiático, aunque no tanto como en Irak o Siria. Los extremistas sunitas militantes de la rama local del Estado Islámico han atacado repetidamente a la minoría chiíta, principalmente hazara, en el último año.
Así, en cifras generales Afganistán vive un recrudecimiento de la violencia desde el final de la misión militar de la OTAN el 1 de enero de 2015, lo que ha hecho al Gobierno perder terreno ante los talibanes hasta controlar apenas un 57 % del país, según datos de Estados Unidos.
