Al menos cuatro muertos en protestas contra la corrupción en Haití

Al menos cuatro personas han muerto en las protestas de los cuatro últimos días en Haití contra la corrupción y la mala gestión económica gubernamental, informa BBC. Miles de manifestantes han salido a  las calles de las principales ciudades del país para exigir la renuncia del presidente Jovenel Moïse, por no investigar las acusaciones de corrupción en torno a Petrocaribe –una alianza petrolera con Venezuela–, según AP.

Una persona ha muerto en los disturbios del pasado sábado, abatida por un policía, según reporta la agencia AFP, en unos disturbios en los que un grupo de manifestantes apedreó la casa del presidente y se enfrentó a los cuerpos de seguridad.

A esto hay que sumarle otros dos muertos en los violentos enfrentamientos del jueves día 7, en los que 14 policías resultaron heridos. Otras 36 personas más han sido arrestadas, y cuatro vehículos de policía quemados por los manifestantes. Ya se ha abierto una investigación para esclarecer los hechos, según ha informado el portavoz de la Policía Gary Desrosiers.

El número de fallecidos en las protestas, que comenzaron a mediados de noviembre, no está claro ya que la oposición acusa al gobierno de minimizar las cifras. Desde la oposición, el pasado noviembre ya se afirmaba que 11 manifestantes habían muerto en las protestas.

A finales del año pasado, varias organizaciones civiles convocaron manifestaciones para aumentar la presión mediática sobre el caso de Petrocaribe. El principal objetivo era la restitución de los fondos y el enjuiciamiento de los funcionarios corruptos, pero la gran mayoría acabó pidiendo la inmediata dimisión del presidente. Nacido en las redes sociales, el movimiento ciudadano Petrocaribe Challenge no ha dejado de crecer desde agosto.

Durante 12 años, Haití se ha beneficiado del programa Petrocaribe, puesto en marcha por iniciativa del expresidente venezolano, Hugo Chávez. Esta alianza permite a varios países de América Latina y el Caribe adquirir productos petrolíferos a buen precio y pagar las facturas en más de 25 años a una tasa de interés del 1%.

En 2016 y 2017, dos investigaciones del Senado haitiano señalaron a una docena de exministros del partido en el gobierno por el presunto uso indebido de casi 2.000 millones de dólares de este fondo. No llegaron a emprenderse medidas judiciales hasta el pasado lunes día 4, cuando el Estado de Haití presentó una querella contra los involucrados.

Esto sucede apenas tres días después de que el Tribunal Superior de Cuentas publicara un informe sobre la mala gestión de ese fondo de más de 2.000 millones de dólares. Una quincena de exministros y altos funcionarios están involucrados, incluyendo una empresa dirigida en aquel momento por el actual presidente Jovenel Moïse. La Presidencia no ha reaccionado aún al contenido de este informe. Mientras, el Tribunal trabaja en una segunda auditoría de otra serie de proyectos financiados por Petrocaribe. Ahora que se están tomando medidas judiciales, los manifestantes claman por la fuerte inflación que sufre la economía del país, y exigen la renuncia inmediata de Moïse.

Uno de los manifestantes llamado Valckensy Dessin, aseguró a la agencia AP que protestaba contra la corrupción del país con la que algunos se enriquecieron a expensas de la población haitiana que, en su mayoría, es pobre y pasa hambre. «Es una de las razones principales por que las que decidimos apoyar al pueblo, a la clase trabajadora”.

Haití es el país caribeño más pobre, con un 60% de la población viviendo con menos de 2 dólares al día. A esto se le suma el debilitamiento de la economía haitiana, aquejada durante dos años de una inflación de más del 15%. La rápida devaluación de la moneda nacional –el gourde– frente al dólar estadounidense está hundiendo la economía y aumentando los precios de productos de primera necesidad, que en su mayoría son importados.

El resultado de este cóctel explosivo de malestar ciudadano han sido violentas protestas en las principales ciudades del país, donde se han podido observar manifestantes coreando consignas contra el alza de los precios, y sosteniendo pancartas en las que podía leerse «¿Dónde está el dinero de Petrocaribe?». Las calles de Puerto Príncipe se encuentran inundadas de barricadas de neumáticos ardiendo, que cortan las principales vías de acceso a la ciudad. Por su parte, los policías antidisturbios tratan de controlar la situación a base de gases lacrimógenos.

El líder opositor, Moïse Jean Charles, ha afirmado que las protestas se alargarán hasta que Jovene Moïse renuncie a su puesto, algo que no está previsto que haga, en base a sus declaraciones televisadas. “Si Jovenel Moise no quiere dejar el poder vamos a nombrar un presidente interino en los próximos días”, ha dicho el líder opositor.

No obstante, el actual presidente cuanta con apoyos internacionales importantes. El llamado Core Group –compuesto por la ONU, la UE y la Organización de Estados Americanos, entre otros organismos– ha lanzado un mensaje de apoyo a Moïse: «los actos de violencia que buscan provocar la renuncia de las autoridades legítimas no tienen lugar en un proceso democrático». Aún así, los principales grupos de oposición hacen de la renuncia de Moïse un requisito imprescindible, previo a la apertura de cualquier negociación o diálogo.