Las autoridades alemanas han contabilizado un nuevo máximo de 23.648 nuevos contagios de coronavirus en las últimas 24 horas, 1.039 más que el jueves, y 106 por encima del récord de infecciones diarias registrado hace una semana, según datos del Instituto Robert Koch (RKI, por sus siglas en alemán).
Las cifras: el total de positivos desde que se dio a conocer el primer contagio en el país a finales de enero se sitúa en 879.564, con 13.630 muertos, 260 en las últimas 24 horas. Alrededor 570.100 han superado la enfermedad y el número de casos activos se sitúa en unos 286.800, estima el RKI. El conjunto de Alemania, la incidencia acumulada en siete días se sitúa en 139,0 casos por cada 100.000 habitantes.
El factor de reproducción (R) que toma en consideración las infecciones en un intervalo de siete días respecto a los siete anteriores y que refleja la evolución de contagios de hace 8 a 16 días se sitúa en 0,99, lo que implica que cien infectados contagian de media a otras 99 personas.
El número de pacientes con coronavirus[contexto id=»460724″] en las unidades de cuidados intensivos ascendía el jueves a 3.588, de los cuales 2.084 —el 57 %— reciben respiración asistida, según datos de la Asociación Interdisciplinar Alemana de Cuidados Intensivos y Medicina de Urgencia (DIVI). Actualmente, 21.934 camas en cuidados intensivos se encuentran ocupadas y 6.273 están libres, aunque el principal problema en las UCI es la escasez de personal.
El presidente del RKI, Lothar Wieler, ha advertido de que la situación pandémica en Alemania «sigue siendo muy grave» al haberse estabilizado las cifras de contagio por el momento sólo a un nivel «todavía demasiado elevado». Aún así, se ha mostrado «muy optimista» con respecto a que las infecciones puedan volver a caer de forma consolidada y que la semana que viene pueda observarse al menos un cambio de tendencia en esa dirección.
La canciller alemana, Angela Merkel, por su parte, ha dicho que las primeras vacunas contra el coronavirus podrían autorizarse en la Unión Europea para diciembre o principios de 2021 y que poco después podría empezar la inmunización. La semana que viene, la canciller se reunirá de nuevo con los jefes de Gobierno de los estados federados para tratar de consensuar «un gran paquete con las próximas medidas necesarias» con el objetivo de rebajar de forma consolidada las nuevas infecciones.
El pasado día 2 entró en vigor un nuevo parón de la vida pública —más suave que el decretado en primavera— del que se esperaba que fuera un «rompeolas» que aplanara la curva de nuevos contagios, con el objetivo de lograr una incidencia acumulada por debajo de 50 por 100.000 habitantes. Las restricciones actuales se traducen en el cierre de la gastronomía, el ocio nocturno, el deporte en sitios cerrados y la vida cultural durante al menos todo noviembre y la apuesta por mantener abiertas las escuelas y guarderías en la medida de lo posible.