Angela Merkel gana las elecciones de Alemania
Los conservadores alemanes de Angela Merkel han ganado las elecciones legislativas de este domingo con entre el 32,5 y el 33,5% de los votos, según sondeos de cadenas públicas, en unas elecciones marcadas también por el ascenso de la ultraderecha de AfD, que entra en el Parlamento con entre el 13% y el 13,5% de los apoyos, informa AFP. Los socialdemócratas se han quedado en segunda posición, con entre el 20 y el 21%, por delante de AfD y la izquierda radical de Die Linke (9%). Por detrás quedaron los liberales del FDP y los Verdes, según estimaciones basadas en sondeos realizados a pie de urna por las cadenas ARD y ZDF. Angela Merkel revalida así su cuarto mandato al frente de la primera potencia de la Unión Europea.
La canciller alemana Angela Merkel ha obtenido un cuarto mandato en las elecciones legislativas de este domingo, una victoria que ha quedado ensombrecida por el histórico avance de la ultraderecha, en tanto que los socialdemócratas han advertido de que no gobernarán de nuevo en coalición con los conservadores. Con alrededor del 33% de los votos recabados, la CDU-CSU podría haber registrado el resultado más bajo hasta ahora logrado por Merkel, por detrás del 33,8% obtenido en 2009. Con todo, ha quedado por delante del socialdemócrata Martin Schulz (20-21%), cuyo partido, el SPD, ha obtenido su peor resultado desde 1945, según los sondeos a pie de urna realizados por las cadenas de televisión pública ARD y ZDF. En una primera reacción, la canciller ha admitido que esperaba un «mejor resultado», y ha dicho que la entrada de la ultraderecha en el parlamento plantea un «nuevo desafío», informa AFP. Puedes seguir en directo el recuento de los votos en Further Live.
Merkel, ha reconocido que le habría gustado «un resultado mejor», tendrá que buscar por cuarta vez uno o varios socios para formar su próximo Gobierno, en principio entre los liberales del FDP y los Verdes, pues los socialdemócratas han adelantado que no volverán a gobernar con los conservadores. «Hemos recibido un mandato claro de los votantes para pasar a la oposición», ha declarado una de las responsables del SPD, Manuela Schwesig, a la cadena ZDF. «Para nosotros, la gran coalición termina hoy«, ha añadido. La llamada «gran coalición» es el pacto formado por los Democristianos, los Socialcristianos de Bavaria y el Partido Socialista en la pasada legislatura. La presencia de estos últimos en este bloque ha sido uno de los principales motivos de la pérdida de escaños del PSD.
Pero estos comicios quedaron marcados por el histórico avance de la ultraderecha de AfD, que ha conseguido alrededor del 13% de los votos, según la misma fuente. «Vamos a cambiar este país […] Vamos a expulsar a la señora Merkel. Vamos a recuperar nuestro país», ha dicho Alexander Gauland, uno de líderes de AfD. Será la primera vez desde 1945 que un partido revisionista y contrario al Islam, a las élites, al euro y a la inmigración entra en la cámara de los diputados alemana. AfD ha quedado por delante de la izquierda radical de Die Linke (9%), de los liberales del FDP (10%) y de los Verdes (9%). En campaña, la formación ha llegado a asegurar entre otras cosas que Alemania se ha convertido en «refugio de criminales y terroristas del mundo entero», además de denunciar la «traición» de Merkel, de 63 años, por haber abierto las puertas en 2015 a centenares de miles de demandantes de asilo, en su mayoría musulmanes.
Radicalización
AfD ha arañado varios puntos al final de la campaña, a pesar de haber radicalizado su discurso y haberle pedido a los ciudadanos que se sientan orgullosos de lo que hicieron los soldados alemanes durante la Segunda Guerra Mundial. Se trata de algo nunca visto en un país cuya identidad desde el final de la gran conflagración se ha construido con el arrepentimiento por el nazismo y el rechazo al extremismo. La comunidad judía ha mostrado su preocupación. El Consejo Central de los Judíos de Alemania ha instado al país a «luchar por la democracia y defender sus valores con vehemencia», mientras que el Congreso Judío Mundial (WJC) ha denunciado un partido con un programa «infame».
Además, este ascenso de los nacionalistas y el 9% registrado por Die Linke significaría que casi un cuarto de los votantes se ha decantado por los extremos. Un fenómeno ya conocido en otras partes de Europa pero que no se había producido en Alemania hasta la fecha.
El gran perdedor de la cita electoral ha sido, sin duda, el expresidente del Parlamento Europeo, Martin Schulz, que ha conducido a los socialdemócratas a su cuarta derrota frente a la insumergible canciller y cuyo puesto al frente del partido está en cuestión. Incapaz de encarnar el cambio, el SPD, que gobierna junto a Merkel desde 2013, no ha conseguido que su mensaje de justicia social calara en un país en pleno crecimiento económico y con niveles de desempleo históricamente bajos.
Difícil coalición
La CDU-CSU se quedó muy lejos de su objetivo del 40%. Este resultado, junto con el auge de AfD, prometen complicarle las negociaciones a Angela Merkel para formar una mayoría. La opción más simple habría sido formar de nuevo una gran coalición con el SPD, pero éstos, en plena crisis existencial, han preferido volver a la bancada de la oposición.
Solo quedaría la opción de una coalición de la CDU-CSU con los liberales del FDP y Los Verdes, dos partidos que sin embargo tienen muchas diferencias en cuestiones como el futuro del diésel o la inmigración. Las negociaciones podrían durar hasta finales de año, y Merkel no será designada canciller hasta que se haya formado una nueva mayoría.
Los partidos que formen la próxima coalición tendrán una importancia capital para cuestiones complejas también a escala internacional, como las reformas de la zona euro, la negociación del Brexit, el futuro de la relación con Estados Unidos bajo la presidencia de Donald Trump o la cuestión de las sanciones a Rusia.