Bolsonaro promete que no arrebatará más tierras a los indígenas

El presidente electo de Brasil, Jair Bolsonaro, ha afirmado este lunes que su gobierno se opondrá a retirar más tierras a los indígenas en la víspera de su viaje a Brasilia para iniciar el proceso de transición. «En lo que dependa de mí, no va a haber más demarcaciones de tierra indígena», ha declarado el exmilitar de 63 años, que ha calificado de «sobredimensionadas» las reservas existentes, la mayoría de ellas ubicadas en la región amazónica.

«El indígena no puede seguir recluido en un área demarcada, como si fuera un animal dentro de un zoológico», ha rematado. Durante la campaña, el presidente electo ya levantó la polémica al defender la apertura de tierras ya demarcadas a proyectos de infraestructuras, como carreteras o centrales hidroeléctricas, pese a los desplazamientos de poblaciones que podrían causar.

Las declaraciones proceden de una entrevista concedida a la cadena Bandeirantes, donde el futuro mandatario de ultraderecha se ha pronunciado igualmente sobre otros asuntos polémicos, como la participación de Brasil en el Mercosur, la posible extradición a Italia del exmilitante de izquierda italiano Cesare Battisti o el papel de los profesores en las escuelas.

Bolsonaro ha manifestado además que se opone a la implementación en Brasil de las matrículas de vehículos unificadas del Mercosur, un bloque del que suele decir que está «ideologizado» por los gobiernos izquierdistas de Lula da Silva y Dilma Rousseff.

Asimismo, el presidente electo ha reiterado que acelerará la extradición de Battisti, condenado a cadena perpetua en Italia por cuatro homicidios en la década de los 70, de los que éste se declara inocente. Sin embargo, la decisión definitiva «dependerá» del Tribunal Supremo del país. Battisti pasó unos 30 años como fugitivo entre México y Francia, donde desarrolló una exitosa carrera como escritor de novelas policiales, antes de huir a Brasil en 2004.

El presidente electo ha compartido por otro lado sus planes de trasladar la embajada brasileña en Israel de Tel Aviv a Jerusalén, tal y como ya hizo Estados Unidos. La prensa brasileña lleva varios días especulando sobre las consecuencias económicas que tendría esa medida en las relaciones comerciales con los países árabes, grandes importadores de carne del país sudamericano.